Sorpresa en la pequeña iglesia de Loudéac, en Côtes-d’Armor, cuando el obispo Denis Moutel vino a celebrar misa el sábado. Antes del inicio de la misa, el hombre de Iglesia explica los motivos de su presencia. El párroco habitual, así como otro párroco, fueron suspendidos. La naturaleza de los hechos alegados no fue revelada directamente a los feligreses, indica el mensajero independiente.
Sin embargo, según BFMTV, los dos hombres fueron suspendidos tras informes al obispado sobre su comportamiento. “Dos mujeres adultas acudieron a la Iglesia para quejarse de su comportamiento” antes de Navidad, explica el comunicado del obispo de Saint-Brieuc y Tréguier. Este último se puso en contacto con el fiscal, que abrió una investigación.
“Retirada de su misión”
“Para que la investigación pueda desarrollarse pacíficamente, y a la espera de sus conclusiones, pedí a los dos sacerdotes implicados que abandonaran su misión”, especifica el obispo. A pesar de la consternación de los fieles, celebró las misas, más breves de lo habitual, creyendo que “el silencio habría sido demasiado pesado”.
“Vi esto el viernes en Internet, no pude dormir en toda la noche”, dijo un feligrés de mensajero independiente. “Eran sacerdotes sencillos, amigables, que sabían hacerse amar”, lamenta también un vecino de Trévé. A otro feligrés le dejaron un recuerdo ambiguo, incluso escalofriante: “¿Por qué no me invitas a tu casa? », preguntaba habitualmente uno de ellos.
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