Una vez salió de prisión tras cumplir condena por complicidad en robo, formó, junto a dos jóvenes, una banda de matones para perpetrar atentados. Se dirigieron principalmente a mujeres.
Son hombres todavía muy jóvenes, de veintidós, veintitrés y veinticuatro años respectivamente, solteros y sin profesión. Sólo uno ya ha cumplido condena en prisión. Cumplió dos años por complicidad en robo. Se presenta detenido ante la sala penal del Tribunal de Apelación de Casablanca como líder de una banda de delincuentes que cometió varios actos de agresión con arma blanca. Sus dos cómplices están a su lado. Naturalmente, los tres niegan los cargos que se les imputan.
“Tan pronto como salí de prisión, hace tres años, comencé a hacer negocios”, dijo el líder de la banda ante el Tribunal, al tiempo que aseveró que nunca conoció a las personas que presentaron la denuncia contra él y sus cómplices. Y añadir que trabajó tanto día como noche para recaudar un poco de dinero para celebrar la noche de bodas con la mujer con la que acababa de proponerse matrimonio.
Sin embargo, según sus declaraciones recogidas en el acta de su audiencia, reveló los detalles de las agresiones que había cometido contra las víctimas, con la complicidad de los otros dos jóvenes. Dijo a los investigadores, según el acta de su audiencia, que operaban especialmente por la noche y temprano en la mañana. A bordo de una ciclomotor que habían robado, recorrieron los cuatro rincones de la ciudad en busca de presas. Los amenazaron con cuchillos pero nunca lastimaron a nadie y solo los intimidaban, afirma. Sin embargo, ante el Juzgado de Sala Penal explica que no declaró nada a los investigadores de la policía judicial, que nadie lo interrogó y que escribieron lo que quisieron. Sus dos cómplices, quienes también admitieron, según sus declaraciones recogidas en el acta, haber participado en varios actos de agresión en compañía del líder de la banda, negaron a su vez los cargos formulados en su contra ante el Tribunal. Pero las cuatro víctimas que acudieron a la citación del Tribunal señalaron con el dedo a los tres sospechosos, uno de los cuales, una joven madre, recuerda perfectamente las descripciones y rasgos del líder de la banda que la había amenazado antes para arrebatarle el bolso.
“Es él, señor presidente, me amenazó con matarme si no le entregaba mi bolso, me lo arrebató y huyó”, dijo ante el Tribunal.
Declarado culpable, el líder de la banda fue condenado a diez años de prisión penal, mientras que sus dos cómplices recibieron seis años de prisión penal cada uno.