Según él, después de cinco meses se encontró una mayoría en el lado flamenco, pero “en consecuencia, es el PS el que no quiere”.
“Los ecologistas tampoco quieren. Bruselas está ardiendo, pero todos miran hacia otra parte por motivos políticos. Después de siete meses, ya no podemos permitírnoslo ante las preocupantes cifras de desempleo, los desvíos presupuestarios, los problemas de movilidad y la fábrica de Audi. cierre”, dijo.
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En términos más duros hacia el PS, el presidente del MR Georges-Louis Bouchez consideró que los componentes PS, Ecolo y Défi del gobierno bruselense PS-Ecolo-DéFI en la actualidad serían los “contables” del agravado déficit presupuestario, social declive y “otro riesgo importante: el de ver a otros tentados a gestionar Bruselas desde fuera si una parte de la clase política bruselense no lo hace desde dentro”.
“Debemos mostrarnos dignos de la autonomía de la Región Capital… Para el MR, Bruselas no rima con supervisión”, insistió, resumiendo el actual tablero francófono de Bruselas con dos componentes: un bloque “razonable” compuesto por el MR y los Engagés que creen en el progreso y la democracia, y un bloque de Bélgica “rebelde” compuesto por el PTB, Ecolo y el PS”, una izquierda que desea “para compensar lo que perdió en las calles” durante las elecciones de junio.
Según el presidente del MR, el origen del actual bloqueo en Bruselas se encuentra en el PS. “Lleva diez años negociando con el N-VA, pero considera que son “los dos diputados del N-VA” del Parlamento de Bruselas quienes representan el peligro, y no “el mayor déficit regional del país, el cuello de botella del Bruselas en términos de movilidad, empobrecimiento o falta de seguridad. Son pretextos porque la tarea es inmensa”, juzgó.