LA VERIFICACIÓN – Desinformación, discursos de odio, algoritmos ocultos… La plataforma del multimillonario Elon Musk ha sido duramente criticada en las últimas semanas y examinada de cerca por las autoridades de todo el mundo.
Desde la elección de Donald Trump y la promesa de colocar a Elon Musk en su gobierno, el multimillonario sudafricano no ha dejado de multiplicar las escapadas en su red social X. Durante el ataque al mercado navideño de Magdeburgo en diciembre, promovió la teoría de que el El sospechoso era un islamista encubierto, que en realidad resultó ser “islamófobo”, según las autoridades. El hombre más rico del mundo también se invitó a la política británica apoyando a Nigel Farage, líder del partido de extrema derecha Reform UK, y en Argentina, al elogiar los méritos del presidente Javier Milei.
En Estados Unidos casi provocó una “cerrar” pidiendo al Congreso que no votara sobre un compromiso que consideraba demasiado despilfarrador. En Alemania, llama a los internautas a votar por el partido populista de derecha AfD, siete semanas antes de las elecciones federales. Tanta injerencia en las políticas de varios países, que empuja a otras potencias a cuestionar la orientación política de la Plataforma X. Por eso, el miércoles por la mañana, el ex Ministro de Economía y ex Comisario europeo del mercado interior, Thierry Breton, afirmó el LCI que era “posible” prohibir la red social en la Unión Europea. Pero en realidad, ¿sería realmente posible cortar el acceso a X a los internautas del Viejo Continente?
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