Las revisiones fiscales en curso han descubierto prácticas cuestionables que involucran “sobornos” ofrecidos por promotores inmobiliarios a presidentes de comunas en las áreas circundantes a Casablanca y El Jadida.
Hespress así aprendido de Fuentes bien informadas que, de hecho, estos actores habrían participado en transacciones “encubiertas” relacionadas con la venta de terrenos en fraccionamientos residenciales dentro de su jurisdicción.
Los servicios de control y recuperación de la Dirección General de Impuestos (DGI) señalaron que las declaraciones de estos contribuyentes indicaron montos de ventas superiores al tope de los precios de referencia por metro cuadrado, lo que parece ser una estrategia deliberada para escapar de los procedimientos de verificación y ocultar las compras. hecho a precios ridículos directamente de los promotores.
Esta situación ha generado cierto revuelo entre los presidentes de los municipios y sus familiares, que temen que quede expuesta la posible existencia de comisiones vinculadas a la concesión de permisos de construcción y certificados de conformidad, dijeron nuestras fuentes. Además, la información obtenida por los servicios fiscales revela que algunos promotores fueron presionados para ceder terrenos a funcionarios electos y su entorno, a cambio de pagos anticipados que luego fueron recuperados mediante especulación inmobiliaria. Las comisiones sobre estas transacciones varían entre 100.000 y 200.000 dírhams por parcela, indicaron las mismas fuentes.
También se destacó la transición de ciertos cargos electos hacia el sector inmobiliario, utilizando empresas constructoras registradas a nombre de sus cónyuges o familiares para beneficiarse de las ayudas estatales a la vivienda. Al mismo tiempo, estos funcionarios electos ejercen una presión considerable sobre los promotores para que retrasen la obtención de permisos y certificados de conformidad, imponiendo obstáculos administrativos y subvaluando los precios de comercialización.
Además, elLas operaciones de control, realizadas antes de las revisiones fiscales, revelaron la participación de funcionarios electos en actividades especulativas en los mercados inmobiliarios. Esta situación ha llevado al descubrimiento de un número creciente de casos de evasión fiscal en el impuesto sobre la renta vinculado a plusvalías inmobiliarias, materializados a través de bonos de reserva en diversos proyectos inmobiliarios, especialmente concentrados en fraccionamientos situados en las regiones de Casablanca y Marrakech.
Estas revelaciones coinciden también con las inspecciones llevadas a cabo por el Ministerio del Interior en varios municipios de la región de Casablanca-Settat, destinadas a garantizar el cumplimiento de las directivas en materia de planificación urbana. Estas directivas indican claramente que se debe dejar de emitir nuevos permisos de construcción a los inversores hasta que se salden sus deudas con las comunidades. Este vínculo entre permisos y obligaciones financieras se consideró ilegal, al tratarse de dos transacciones separadas. Por lo tanto, las autoridades territoriales ordenaron la expedición de permisos una vez que se hayan respetado todos los pasos legales.