Actualmente, cualquiera que sea propietario de un inmueble debe pagar impuestos sobre el importe teórico que podría obtener de él si lo alquilara. A cambio se pueden deducir los intereses de la deuda hipotecaria y los gastos de mantenimiento y renovación del edificio. Los intentos de abolir este valor de alquiler han fracasado varias veces en las urnas y en el parlamento desde principios de los años 2000.
El miércoles, el Consejo de los Estados sorprendió al aprobar la solución de un cambio total de sistema propuesta por la conferencia de conciliación, por 22 votos contra 15 y 6 abstenciones. El Nacional le siguió por 114 votos contra 57 y 19 abstenciones.
Las posiciones estaban muy alejadas. El Consejo Nacional quería, al igual que el Consejo Federal, abolir por completo el valor del alquiler, incluso para las segundas residencias. El Consejo de los Estados quería limitar el proyecto únicamente a las residencias principales. Los cantones temen una caída significativa de sus ingresos si las segundas residencias también quedan exentas.
El PS y los Verdes votaron en contra
En el último momento, el Consejo de Estados dio un giro radical y apoyó el concepto del Consejo Nacional. También cedió ante la nueva solución relativa a la deducción de los intereses pasivos.
“Ha ganado el deseo de abolir el valor del alquiler”, afirmó Erich Ettlin (C/OW). “Esta solución tiene muchas ventajas”, subrayó además Martin Schmid (PLR/GR). El PS y los Verdes, así como algunos miembros del Centro, votaron en contra. Pascal Broulis (PLR/VD) criticó un “resultado mediocre”.
Los problemas superan con creces las ventajas, criticó por su parte el diputado Samuel Bendahan (PS/VD). Hay muchos perdedores, en particular las empresas constructoras que actúan contra el trabajo no declarado. Los ganadores son los propietarios que tienen un capital significativo.
Los obstáculos siguen siendo importantes
La supresión efectiva del valor del alquiler todavía debería llevar tiempo. El proyecto aún debe pasar las votaciones finales. Además, la supresión del valor del alquiler está vinculada a otro expediente.
Para compensar la pérdida de ingresos de los cantones turísticos, el Consejo Nacional propone un nuevo impuesto sobre las segundas residencias, que entraría en vigor al mismo tiempo que la supresión del valor del alquiler. Sin embargo, los cantones tendrían libertad para imponer dicho impuesto.
El nuevo impuesto exige una modificación de la Constitución con un referéndum obligatorio y, por tanto, un sí del pueblo y de los cantones. Sin embargo, la semana pasada el Consejo de los Estados no quiso discutir este proyecto. El jueves hará un segundo intento. El Nacional confirmó tácitamente su ingreso al proyecto el miércoles.