Desde hace cincuenta años, los motonieves recorren Quebec a través de una red de senderos construidos y mantenidos por voluntarios. Más allá del pavimento, hay un elemento muy importante a considerar: las diversas infraestructuras necesarias para mantener los senderos en buen estado y seguros.
“La seguridad de los conductores de motos de nieve es siempre nuestra prioridad. La red, que hoy cumple 50 años, tiene infraestructuras que necesitan amor”, explica Michel Garneau, director de relaciones exteriores y proyectos especiales de la Federación de clubes de motoneigistas de Québec.
Un sendero o parte de un sendero puede estar cerrado debido a una infraestructura defectuosa.
“Las infraestructuras necesarias para el paso de las motos de nieve tienen una vida útil limitada. Algunos son más antiguos que la Federación, que tiene 50 años. Una buena proporción de los montículos, pasarelas, puentes y otros deben ser actualizados o reemplazados en determinados casos”, añade el experto.
REALIDAD CARA
En el pasado, los voluntarios de un club se reunían los fines de semana y construían un puente o una pasarela. Ahora las cosas son muy diferentes. Los clubes deben cumplir varios estándares, lo que significa que una estructura que costaba 35.000 dólares en el pasado ahora puede costar 250.000 dólares o más.
Aquí hay un buen ejemplo de una parte del sendero arrasada por la inundación, que tuvo que ser reparada por el club de motos de nieve para poder crear el sendero.
Foto cedida por la FCMQ
La Federación ha elaborado pliegos para más de 500 proyectos por un valor estimado en 40 millones de dólares.
“Los costos de infraestructura han aumentado dramáticamente a lo largo de los años debido a los nuevos requisitos gubernamentales en materia de ingeniería, permisos y más.
“De hecho, si miramos estos proyectos, se necesitaría una suma de 10 millones de dólares para realizar los más urgentes”, menciona Michel Garneau.
CAMBIO CLIMÁTICO
También ha aparecido un nuevo enemigo: el cambio climático.
Los puentes de hielo son cosa del pasado. Con la llegada cada vez más tardía del frío y los períodos más frecuentes de clima templado en invierno, cada vez resulta más imposible utilizar este medio para atravesar cursos de agua.
Los períodos de lluvias intensas que experimentamos cada vez más, en verano u otoño, hacen que las alcantarillas o tramos de camino utilizados por los clubes para sus senderos sean arrasados por la erosión del suelo. Las consecuencias directas en varios senderos por los que circulan los motonieves en invierno son importantes.
Todas las motos de nieve en Quebec funcionan según el principio de que el usuario paga. Los aficionados financian directamente la infraestructura que necesitan, en particular comprando su derecho de paso y el pago de la matrícula.
El invierno pasado, parte del dinero destinado a la limpieza de senderos no se gastó. En algunos lugares la temporada de motos de nieve fue escasa o nula. Los excedentes presupuestarios de este expediente se utilizaron para ayudar a reparar varias infraestructuras esenciales.
“Todo el dinero invertido por los motonieves en sus actividades de ocio se reinvierte para ofrecerles una red de senderos seguros”, concluye Garneau.