“Bastaba escuchar al Santo Padre para comprender que estaba feliz”, asegura el cardenal Dominique Mamberti

Es una de las figuras de la Iglesia corsa. El cardenal Dominique Mamberti formó parte de la delegación del viaje apostólico del Papa Francisco a Ajaccio el domingo 15 de diciembre. Un viaje que califica de “único” sin olvidar tener una palabra para su isla de origen.

El evento forma ahora parte de la historia de Córcega. El domingo 15 de diciembre, el Papa Francisco realizó un viaje apostólico a Ajaccio.

Entre los miembros de la delegación del Santo Padre se encuentra el cardenal Dominique Mamberti, primer corso que se unió al colegio cardenalicio en 2015, después de 136 años de ausencia insular dentro de la institución eclesiástica.

Interrogado al salir de la catedral de Santa María Asunta de Ajaccio, donde el soberano pontífice acababa de celebrar una misa ante el clero corso, el cardenal declaró: “Este es un momento único en la historia de Córcega y estoy muy feliz de poder compartirlo con todos vosotros.”

Según el hombre de Iglesia, “bastaba ver al Papa y oírlo para comprender que efectivamente estaba muy feliz. Viste cómo quería que los niños se le acercaran y con qué atención se dirigía a todos y en particular a los sacerdotes y a los consagrados de la catedral.”

Una visita que también adquirió una dimensión muy personal para el cardenal de Vico. “Pensé sobre todo en mis padres, que murieron, y que habrían tenido tanta alegría de compartir también este momento. Para alguien que ha dedicado su vida al servicio de la Santa Sede, poder venir a su ciudad natal con el Papa es algo increíble.”

Actualmente cardenal protodiácono, Dominique Mamberti ha dedicado su carrera al servicio de la diplomacia vaticana.