Reunidos en Toronto en el marco del Consejo de la Federación, los primeros ministros provinciales se presentaron como un frente único, a diferencia del gobierno de Trudeau. Sin embargo, coincidieron en que no les corresponde interferir en los asuntos internos de Ottawa.
“Lo que suceda en Ottawa depende de los parlamentarios que están en la Cámara de los Comunes. Trabajaremos con el equipo existente”, señaló el Primer Ministro de Quebec, François Legault.
Para evitar los aranceles comerciales de Donald Trump, todos los primeros ministros han abogado por asegurar la frontera con Estados Unidos. Esperan convencer al presidente electo de Estados Unidos de que dé marcha atrás en su amenaza de imponer aranceles del 25% a las exportaciones canadienses.
“Es importante decir que tenemos un consenso, que no hay nada más importante actualmente que trabajar para evitar los aranceles el 21 de enero”, afirmó François Legault.
“Queremos colaborar con el gobierno federal. Esperamos que haya reuniones muy periódicas con el gobierno federal y las provincias”.
El primer ministro de Ontario, Doug Ford, dijo lo mismo. Sin embargo, había amenazado con querer cortar el suministro de energía en Estados Unidos. Dijo que tenía confianza en los primeros ministros provinciales para enfrentar a Donald Trump.
Los primeros ministros también pretenden presionar al gobierno de Trudeau para que respete su compromiso de alcanzar el 2% del PIB para la financiación de la OTAN.