Considerada como la última barrera al norte de la provincia de Kivu del Norte, la ciudad de Kanyabayonga ha pasado a manos de los rebeldes del M23. Fue por la tarde cuando los rebeldes tomaron la ciudad después de un día de violentos enfrentamientos.
“Los combatientes del M23 acaban de entrar en el centro de Kanyabayonga, acabo de verlos con mis propios ojos”, dijo un residente que pidió el anonimato. Información confirmada por la sociedad civil en el territorio Lubero.
Una toma que abre el paso a las localidades de Butembo y Béni
La caída de Kanyabayonga se produce en un contexto particular, pocos días después de la visita de la primera ministra Judith Suminwa y en vísperas del mensaje de Félix Tshisekedi a la nación, con motivo del Día de la Independencia. La captura de Kanyabayonga se considera estratégica, tanto por cuestiones humanitarias como para la movilidad de los combatientes del M23.
Así, para el M23 y sus aliados, la captura de Kanyabayonga, una ciudad de más de 60.000 habitantes, tiene una gran importancia estratégica. Facilita la movilidad de sus combatientes, permitiéndoles llegar, por tierra, a otras grandes ciudades de la región.
El próximo objetivo potencial es Kayina, una ciudad de unos 30.000 habitantes, seguida por el centro Lubero, antes de llegar a Butembo. Sólo se necesitan cinco horas en moto para conectar Kanyabayonga con Butembo, una ciudad de alrededor de un millón de habitantes.
La situación se ha deteriorado aún más en los últimos meses con la llegada de miles de desplazados de zonas como Rutshuru, Masisi y Walikale. Algunas de estas personas desplazadas viven con familias de acogida, mientras que otras están asentadas en escuelas y edificios públicos.
En las últimas semanas, la situación se ha vuelto insostenible, incluso para las organizaciones humanitarias. Por ejemplo, desde finales de mayo, el Comité Internacional de la Cruz Roja suspendió la distribución de ayuda alimentaria destinada a los desplazados situados en el eje Kanyabayonga-Burangiza y Bulindi, en la jefatura de Bwito-Rutshuru.
Según la ONU, esta tensión provocó el desplazamiento de 350.000 personas sólo durante la semana del 10 al 16 de junio.
