el atacante destripa a su víctima… bajo las cámaras

el atacante destripa a su víctima… bajo las cámaras
el atacante destripa a su víctima… bajo las cámaras
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El viernes pasado, alrededor de las 23 horas, A. Diallo tenía una cita con la muerte. El hombre que vive en Pikine Rue 10 toma la autopista Malick Sy. Al llegar a la rampa de Patte d’Oie, a unas decenas de metros de la escuela Mariama Niass, fue detenido por un individuo de unos treinta años.

Este último, que más tarde será identificado por tener el mismo apellido (Diallo) que él y cuyo nombre también comienza con A, lo aborda y, sin perder tiempo, intenta robarle. La víctima se resiste y empuja a su torturador para que saque un cuchillo de cocina que le clava varias veces. Uno de los golpes destripa al caminante, quien se desploma y comienza a desangrarse.

A. Diallo, el atacante, se inclina sobre el pobre y le vacía los bolsillos antes de girar sobre sus talones. Unos metros más adelante, volvió sobre sus pasos y remató a su víctima, que agonizaba, de un golpe que le abrió el pecho.

Cumplido el crimen, el asesino se precipita en la oscuridad, hacia Grand-Yoff. Los restos de los Pikinois serán recuperados por los bomberos y trasladados al hospital Idrissa Pouye de Grand-Yoff para la autopsia. Alertados, elementos de la comisaría de Parcelles Assainies se desplazaron al lugar del crimen, realizaron las comprobaciones habituales y abrieron una investigación.

Para lograr una mayor eficacia en la búsqueda del asesino, los hombres del comisario Kébé unen fuerzas con los de su colega de Grand-Yoff, el comisario Kaïré, y con la policía técnica y científica. Elementos de las brigadas de investigación de las dos comisarías llevaron a cabo un operativo de seguridad en sus zonas de competencia que dio frutos: varios individuos sospechosos fueron detenidos. R. Diallo es uno de ellos.

Este último será desenmascarado por las cámaras de vigilancia instaladas en el cruce de la autopista situado en Patte d’Oie. “Las imágenes muestran claramente al atacante cometiendo su atroz crimen. Mejor aún, seguía usando la misma ropa”, afirma L’Observateur, retomado por Seneweb.

Peor aún para el presunto asesino, informa el periódico, la policía lo arrestó mientras empuñaba el arma homicida, manchada de sangre, la de la víctima, según los análisis científicos de la policía.

A. Diallo fue puesto bajo custodia policial y luego presentado ante el fiscal, informa la misma fuente.

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