El presidente de Gambia, Adama Barrow, aseguró el jueves que su gobierno seguirá aplicando la prohibición de la mutilación y escisión genital femenina a la espera de una posible votación en el Parlamento que levante la proscripción.
El Parlamento aprobó en marzo un proyecto de ley para derogar la legislación de 2015 que prohíbe este tipo de mutilaciones en este país predominantemente musulmán de África Occidental.
El texto fue remitido a una comisión para su examen antes de la votación final. La comisión podría presentar su informe al Parlamento en los próximos días.
Si el Parlamento aprueba el texto, Gambia se convertiría en el primer país del mundo en derogar la prohibición de tales mutilaciones, según la ONU.
“A la espera de su resultado (la revisión parlamentaria), el gobierno sigue comprometido a mantener la prohibición de la mutilación genital femenina”, dijo el presidente Barrow en un discurso sobre el estado de la nación transmitido por televisión y en las redes sociales.
Barrow no dijo nada sobre sus intenciones en caso de que se aprobara el texto.
Está sujeto a la presión de una parte de la comunidad internacional y de su opinión para mantener la prohibición, y a la de otra parte de los gambianos a favor de levantarla en nombre de la tradición y de reglas presentadas como morales.
Gambia es uno de los diez países donde la mutilación genital femenina está más extendida: el 73% de las mujeres y niñas de entre 15 y 49 años se han sometido a este procedimiento, según cifras de Unicef.
Funcionarios de la ONU advirtieron en marzo que revocar la prohibición “sentaría un precedente peligroso”. La ONG Human Rights Watch también expresó su preocupación de que un levantamiento alentaría a otros países a hacer lo mismo.
Para UNICEF, la mutilación genital femenina se refiere a la extirpación parcial o total de los genitales externos de una mujer o cualquier otra lesión de los genitales femeninos por razones no médicas.
