lEl informe indica que algunas ciudades destacan con cifras especialmente altas. Tánger ocupa el primer lugar con 458 casos notificados, seguida de Casablanca (390) y Errachidia (350). Otras localidades, como Meknes, Agadir, Marrakech o Rabat, también registran datos preocupantes, que reflejan un problema generalizado y no limitado a una sola región.
El estudio muestra que la violencia psicológica es la más común y representa poco más de una cuarta parte de los casos denunciados. Le sigue la violencia verbal, económica y social, mientras que las agresiones físicas, legales y sexuales también aparecen en proporciones notables. Estos datos ponen de relieve una diversidad de abusos sufridos, que van más allá de la simple violencia física que a menudo se destaca.
Según las conclusiones del informe, las mujeres de entre 18 y 34 años son las más afectadas, seguidas de las de 35 a 50 años. Esta vulnerabilidad de las mujeres jóvenes puede estar vinculada a su participación activa en la vida social y económica, exponiéndolas a múltiples formas de violencia, tanto en espacios públicos como privados.
El análisis también revela que el nivel de educación juega un papel protector contra la violencia. Las mujeres que no están en la escuela siguen siendo las más expuestas, mientras que aquellas que han alcanzado un nivel educativo más alto están relativamente a salvo. Además, las condiciones económicas influyen fuertemente en esta vulnerabilidad: las amas de casa y quienes tienen trabajos precarios, particularmente en el trabajo doméstico, se encuentran entre las categorías más afectadas.