La revista “Cash Investigation” levanta el velo sobre la nueva vida de Dominique Strauss-Kahn, ex jefe del FMI cuya carrera política terminó abruptamente en 2011 tras el asunto Sofitel en Nueva York.
La investigación, basada en documentos confidenciales de los Pandora Papers, revela que el ex ministro de Finanzas francés se recuperó rápidamente en el mundo empresarial. En 2012 creó la empresa Parnasse y se lanzó a congresos internacionales, cobrando hasta 100.000 euros por sus intervenciones.
La empresa de DSK está estratégicamente ubicada en la Ciudad Financiera de Casablanca, una zona franca marroquí. Esta elección le permite ahorrar alrededor de 6 millones de euros en impuestos de sociedades en cinco años. Cuando estos beneficios fiscales expiran, sus actividades se transfieren a una jurisdicción aún más opaca.
El programa también detalla su colaboración con el empresario Thierry Leyne. Juntos crearon LSK e intentaron recaudar 2 mil millones de dólares para un fondo de inversión internacional. Esta aventura termina trágicamente con el suicidio de Leyne y con acusaciones de fraude, en particular contra una pareja de jubilados de Marsella que perdieron más de un millón de euros.
El exjefe del FMI también se convirtió en asesor de gobiernos controvertidos, en particular el del presidente congoleño Denis Sassou-Nguesso. Una posición que suscita dudas, ya que DSK ya había facilitado la cancelación de una deuda de 1.500 millones de euros del Congo cuando dirigía el FMI.
Preguntado por el equipo de “Investigación de Efectivo”, Dominique Strauss-Kahn rechazó cualquier solicitud de entrevista sobre sus actividades posteriores al FMI.
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