Autismo: Descifrando los signos para detectar el trastorno

Autismo: Descifrando los signos para detectar el trastorno
Autismo: Descifrando los signos para detectar el trastorno
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Día Mundial del Autismo

Con el objetivo de concienciar a los padres sobre el espectro autista y facilitar así la detección precoz de este trastorno, el Ministerio de la Mujer, la Familia, la Infancia y la Tercera Edad ha publicado la “Guía de padres para la integración de niños con trastorno del espectro autista.


Ayudar a los niños autistas comienza, en primer lugar, por comprender todas las especificidades relativas a este trastorno. Para ello, el papel de los padres resulta fundamental en el cuidado, que requiere un enfoque multidisciplinario y participativo, encaminado a integrar exitosamente al niño en su entorno familiar, en su entorno social así como en los espacios de la primera infancia y de la escuela.

Y con el fin de concienciar a los padres sobre el espectro autista y facilitar así la detección precoz de este trastorno, el Ministerio de la Mujer, la Familia, la Infancia y las Personas Mayores ha publicado la “Guía de padres para la “integración de los niños con trastorno del espectro autista”. Esta obra de referencia fue producida en colaboración con Unicef. Es el resultado del trabajo realizado por psiquiatras infantiles con experiencia.

Estar en tu burbuja…

Por definición, el trastorno del espectro autista es un trastorno del desarrollo neurológico. Confluyen varios factores, en particular el factor hereditario, el factor genético, el factor biológico y otros relacionados con el entorno del niño. Este trastorno es detectable a través de problemas de conducta.

Esto se debe a que un niño autista encuentra muchos obstáculos en su desarrollo cognitivo y emocional. Tiene dificultades para comunicarse y establecer relaciones con sus allegados, neutralizado por varias dificultades, entre ellas la falta de iniciativa en la comunicación, la no comprensión de las emociones, ideas, intereses e incluso la comunicación gestual de los demás. Las personas autistas casi nunca miran a los demás a los ojos. Algunos tienen un retraso o déficit en el lenguaje. Casi automáticamente recurren a tics gestuales repetitivos y prefieren jugar solos en lugar de jugar con sus compañeros. Los juegos habituales de las personas autistas se limitan a hacer ruido, utilizar juguetes u objetos o guardar objetos.

Reacciones específicas

Otros signos de alerta del trastorno del espectro autista: signos sensoriales, signos motores, así como trastornos del comportamiento, trastornos del sueño y una selectividad específica de alimentos. De hecho, es posible que una persona autista sea hipersensible a los incentivos sonoros o visuales, del mismo modo que puede demostrar una sorprendente insensibilidad al dolor.

A la hora de dar sus primeros pasos con éxito, una persona autista prefiere caminar de puntillas. Por otro lado, es posible que no pueda sostener un bolígrafo con facilidad con normalidad. Cuando se trata de trastornos del comportamiento, un niño autista puede mostrar reacciones demasiado extremas, incluyendo a veces violentos arrebatos de ira, debido a su incapacidad para controlarse a sí mismo y a sus emociones e impulsos. Una persona autista puede, además, elegir su dieta según un criterio bien definido, como elegir alimentos blandos, por ejemplo, o negarse a comer todos los alimentos de un color que denigra.

Retraso del lenguaje y miedo. autonomía

Además, la correlación entre autismo y capacidad cognitiva puede provocar retraso mental, del mismo modo que puede presentar, por el contrario, una brecha entre la edad infantil y las capacidades geniales. El retraso en el lenguaje es uno de los signos que intriga a los padres, especialmente si el niño de tres años aún no puede verbalizar adecuadamente. Aún es necesario saber que una persona autista tiene dificultades para adquirir independencia. Quitar los pañales es una verdadera fuente de ansiedad para los niños autistas que tienen miedo de ir al baño.

Todos estos signos, experimentados a diario tanto por el niño como por sus padres, deben tomarse en serio como parte de la detección temprana del trastorno. Sin embargo, al trastorno del espectro autista en niños se pueden sumar otros trastornos, entre ellos la epilepsia, la hiperactividad, la falta de concentración, así como otras enfermedades genéticas.

El diagnóstico de autismo cae dentro de las prerrogativas del psiquiatra infantil. Sólo él está preparado para establecer el diagnóstico clínico y la evaluación de las capacidades del niño, para posteriormente poder fijar los objetivos del tratamiento y asegurar el seguimiento. Sin embargo, puede recurrir a otros especialistas para confirmar o refutar determinadas hipótesis, en particular la presencia de otras patologías sensoriales (sordera, ceguera), neurológicas (epilepsia, retraso mental) o incluso retraso del crecimiento.

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