Gritos de alegría, conciertos de tambores y maracas, fuegos artificiales… El domingo 17 de noviembre, los activistas de Pastef (Nota del editor, Patriotas africanos de Senegal por el trabajo, la ética y la fraternidad, el partido gobernante) no esperaron a los resultados finales de las elecciones legislativas para celebrar su victoria frente a la casa de Ousmane Sonko, en Ziguinchor, el bastión del Primer Ministro en el suroeste del país.
Unas horas después del cierre de los colegios electorales y mientras las primeras tendencias ponían a su partido a la cabeza, Sonko dio un paseo para agradecer a sus seguidores. En el proceso, los principales candidatos de la oposición, incluido el ex presidente Macky Sall, felicitaron a Pastef por su gran mayoría de 130 escaños de los 165 de la Asamblea. una redada
comenta la prensa senegalesa.
lucha de brazos
Elegido en marzo en primera vuelta, Bassirou Diomaye Faye, el presidente más joven de Senegal, y su mentor Ousmane Sonko se ofrecen así una cómoda mayoría en la asamblea para aplicar su programa de ruptura
con el viejo poder.
Desde su llegada al poder, el tándem antisistema, que promete luchar por la justicia social, la soberanía económica de Senegal frente a las empresas extranjeras y contra la corrupción, está bloqueado en un hemiciclo todavía dominado por los partidarios de Macky Sall. El 12 de septiembre, tras meses de enfrentamiento, el jefe de Estado puso fin al mandato de los diputados y convocó elecciones legislativas anticipadas.
Al obtener la mayoría absoluta, Ousmane Sonko tiene ahora vía libre para llevar a cabo una serie de reformas constitucionales y, en particular, la creación de un tribunal superior de justicia que, promete, juzgar ministros y presidente
caído.
“Venganza”
Al salir de su reserva, Macky Sall, que hizo campaña desde Marruecos, donde reside desde que asumió el poder, estaba apostando por su supervivencia política. En una carta dirigida a los senegaleses a principios de noviembre, el ex Jefe de Estado acusó a las nuevas autoridades de populismo
y de derivas
preocupándose por arrestos
y amenazas
de oponentes.
En los últimos meses, Ousmane Sonko ha atacado a su vez a la prensa, a los magistrados y al antiguo poder, culpable según él de haber fondos públicos saqueados
o incluso a Francia y al presidente Macron, acusados de neocolonización
. Durante la campaña, a veces salpicada de violencia, avivó aún más el fuego insultando a sus adversarios políticos y llegando incluso a pedir venganza
sus activistas fueron atacados durante una manifestación.
Para el fundador del think tank África centrémonos Alioune Tine, el ex opositor que no pudo presentarse a la presidencia debido a la invalidación de su candidatura, se ofrece una una especie de venganza para restaurar su legitimidad política
analiza sobre incógnita.