Publicado el 15 de junio de 2024 a las 08:26. / Modificado el 15 de junio de 2024 a las 09:43.
Se mostró discreta y no monopolizó el espacio ni el tiempo de palabra asignado a los representantes electos de las dos Cámaras federales durante la sesión de verano. Elegida, ya no lo es bajo la Cúpula, sino dentro de su partido. En abril, entre aplausos, asumió la presidencia de los Verdes. Una presidencia fuera de las Cámaras Federales. Una apuesta arriesgada en un momento en el que el partido ecologista ha perdido escaños y cuyos temas favoritos están debilitados en Berna.
Pocos partidos han tomado esa decisión hasta ahora. Y con razón: los fracasos socialistas con Ursula Koch (1997-2000) y los fracasos radicales con Yann Richter (1978-1984) han dejado malos recuerdos. Entonces, ¿por qué los Verdes tendrían éxito cuando dos grandes partidos han mordido el polvo? “Tal vez porque no somos un partido de gobierno”, analiza Lisa Mazzone. Por tanto, es posible no reunir a todas las potencias partidistas en Berna. Jugar la carta de la oposición y la singularidad llama la atención sobre Les Verts. Son escrutados en Palacio, donde se finge indiferencia respecto a su gobierno.
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