Hannah, una estudiante estadounidense de 19 años, murió después de comer un brownie sin gluten que contenía harina de maní tostada, ingrediente al que era gravemente alérgica, informa el New York Post. La tragedia ocurrió el 5 de noviembre. A pesar de la rápida intervención de los servicios de emergencia, Hannah murió de una reacción anafiláctica.
Hannah, estudiante de primer año en la Universidad Maranatha en Wisconsin, sintió los primeros síntomas de “la segunda picadura”, según su padre: urticaria, vómitos y luego dificultad para respirar. La harina de maní tostada utilizada en la receta habría enmascarado las señales alérgicas habituales. Pensando que podría controlar la situación como en el pasado, Hannah tomó un antihistamínico y se acostó, pero su condición empeoró rápidamente. Los brownies fueron preparados especialmente para estudiantes sin gluten.
Cuatro personas salvadas
Sus padres corrieron al campus para administrarle un EpiPen y llamar a los servicios de emergencia. Pero Hannah sufrió un paro cardíaco en la ambulancia. En el hospital, “la inflamación del cerebro era tan grave que se perdió toda esperanza”, dijeron sus padres en una publicación de Facebook en la que le rindieron homenaje.
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El 10 de noviembre tomaron la decisión de desconectar la máquina de soporte vital de Hannah. Luego optaron por donar los órganos de su hija. “Ningún padre debería pasar por esto, pero si podemos evitar este dolor a otros, deberíamos hacerlo”, dijeron los padres. Una marcha de honor, organizada en el hospital, reunió a familiares y personal de enfermería para saludar este gesto. Cuatro personas se salvaron gracias a esta donación.
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