“El derecho a la salud mental y psicológica: cuestiones y desafíos” es el tema de una mesa redonda organizada el viernes en Tánger por la Comisión Regional de Derechos Humanos (CRDH) de Tánger-Tetuán-Alhucemas.
Este encuentro, que tuvo lugar en presencia de académicos, funcionarios judiciales y de seguridad, expertos y actores asociativos, se enmarca en las misiones de las comisiones regionales encaminadas a promover y difundir la cultura de los derechos del Hombre, para profundizar el debate público sobre las cuestiones actuales. y monitorear las políticas públicas en colaboración con todas las organizaciones institucionales y civiles.
En este sentido, los ponentes de esta mesa redonda resaltaron la importancia de la salud mental y psicológica como componente esencial de la salud general de las personas, destacando su vínculo con los derechos humanos, los desafíos que enfrentan las personas, lograron fortalecer sus derechos, los medios para garantizar una atención respetuosa de su dignidad y su ciudadanía, así como del impacto de las enfermedades mentales en las personas, la economía y la sociedad.
Destacaron el impacto directo del derecho a la salud mental y psicológica en la vida de las personas, su capacidad para participar activamente en la sociedad, vivir con dignidad y disfrutar plenamente de otros derechos universales fundamentales.
Durante este encuentro, los debates también revelaron los numerosos desafíos que enfrenta la implementación de este derecho en diferentes niveles, como lo demuestran los informes nacionales emanados de las instituciones constitucionales competentes.
En este sentido, la presidenta de la CRDH de Tánger-Tetuán-Alhucemas, Soulma Taoud, destacó el papel de la comisión en el seguimiento de posibles violaciones del derecho a la salud mental y psicológica, ya sea a través de los medios de comunicación, de sus miembros o de los actores de la sociedad civil. así como en recibir, estudiar y tramitar quejas y reclamos relacionados con este derecho, formulando las recomendaciones oportunas.
Toaud, en su discurso, recordó la riqueza del arsenal jurídico marroquí en materia de derechos de salud, que va desde los convenios y tratados internacionales ratificados por el Reino de Marruecos hasta la adopción de la Constitución de 2011 que garantiza a los ciudadanos el derecho a la salud y cuidados necesarios.
También llamó la atención sobre el impacto de la salud mental y psicológica sobre la salud física y viceversa, subrayando la necesidad de no disociarlas, al tiempo que pidió que se preste la debida atención a la salud mental, de acuerdo con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Organización (OMS), que no distingue entre estas diferentes formas de salud.
Por su parte, Omar Battas, profesor de psiquiatría y psiquiatra en Casablanca, indicó que la interdependencia entre salud mental y derechos humanos radica en que estas patologías, a diferencia de otras, a veces requieren tratamiento y hospitalización sin el consentimiento del paciente, lo que puede restringir. su libertad.
Esta situación, continuó, ha llevado a que todos los convenios internacionales en materia de derechos humanos consideren a esta categoría como vulnerable, requiriendo protección y acceso a una atención respetuosa de sus derechos y de su dignidad humana, con un trato adecuado a su condición, la protección de su integridad personal. datos y teniendo en cuenta la privación de su libertad civil.
Después de enfatizar la necesidad de actualizar los textos legales relacionados con esta categoría de la población, Battas mencionó las necesidades en infraestructura, así como en recursos materiales y humanos para el tratamiento psiquiátrico, debido a la diversidad de actores en el sistema de salud.