El Ministro del Interior de Francia, Bruno Retailleau, criticó duramente a los trabajadores ferroviarios por sus repetidas huelgas, acusándolos de “tomar como rehenes a los trabajadores franceses”. Estos comentarios fueron expresados el domingo durante una intervención en la radio RTL. Según Retailleau, estas acciones se han convertido en un “hábito” y entran dentro de lo que él llama “grevicultura”.
El ex presidente del grupo Les Républicains en el Senado recordó sus esfuerzos pasados por conciliar la continuidad de los servicios públicos con el derecho constitucional de manifestación. En particular, propuso un texto destinado a limitar las huelgas intempestivas durante las horas punta. Su objetivo era evitar estas interrupciones que, según él, obstaculizan excesivamente la vida cotidiana de los trabajadores franceses.
Retailleau denuncia una actitud que considera recurrente entre “una parte” de los trabajadores ferroviarios, distinguiendo entre sus acciones y la situación de los agricultores. Subrayó que estos últimos se movilizan incansablemente para mejorar sus condiciones de vida, a diferencia de los sindicatos ferroviarios, a los que acusa de manipular las huelgas por motivos menos urgentes.
Estas declaraciones se producen cuando Francia se enfrenta a varios movimientos sociales durante las vacaciones de fin de año. Los agricultores están intensificando sus esfuerzos con operaciones de huelga, mientras que los sindicatos de la SNCF han planeado una huelga para protestar contra la reestructuración del transporte ferroviario de mercancías y la liberalización de las líneas regionales.
Por su parte, Jean-Pierre Farandou, director general de la SNCF, ve esta huelga como una opción evitable. En una entrevista con La Tribune Dimanche, afirmó que “los franceses no entenderían una huelga larga y dura en diciembre”, especialmente en tiempos de crisis económica, e instó a los trabajadores ferroviarios a “permanecer del lado de los franceses” para permitir que las familias para celebrar la Navidad juntos.
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