El martes 19 de noviembre se celebrará en Río de Janeiro, Brasil, la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de los países del G20, grupo que reúne a las 19 principales economías del mundo, así como a la Unión Europea y la Unión Africana. .
Este evento constituye la culminación de un año de trabajo de la diplomacia brasileña, que asumió la presidencia rotatoria del grupo en diciembre de 2023, sucediendo a la India. Además de los miembros permanentes del G20 y de los dos bloques participantes, Brasil, en su calidad de actual presidente, invitó a varios países a sumarse a las discusiones. Entre estos invitados se encuentran Angola, Bolivia, Qatar, Chile, Colombia, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Nigeria, Noruega, Malasia, Mozambique, Paraguay, Portugal, Singapur, España, Tanzania, Uruguay y Vietnam. Además, muchas organizaciones internacionales invitadas también participarán en los trabajos de la cumbre.
Durante la presidencia brasileña se destacaron tres temas prioritarios: la inclusión social, la lucha contra el hambre y la pobreza, la reforma de la gobernanza global y la transición energética a favor del desarrollo sostenible. El lunes, primer día de la cumbre, se lanzará oficialmente la Alianza Global Contra el Hambre y la Pobreza, una iniciativa liderada por Brasil para movilizar a países y organizaciones para intensificar los esfuerzos para erradicar el hambre y la pobreza para 2030. Presentada inicialmente en julio durante la cumbre. En la reunión de ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales, esta iniciativa ya contó con la participación de un “número significativo” de países, número que, según el embajador Mauricio Lyrio, jefe negociador de Brasil, está en constante aumento.
Durante este primer día, los líderes también abordarán el tema de la reforma de la gobernanza global, un tema ya tratado en dos reuniones anteriores de ministros de Relaciones Exteriores del G20, en Río de Janeiro en febrero y en Nueva York en septiembre. Las discusiones se centrarán en tres ejes principales: la reforma de las instituciones económicas y financieras globales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial; la modernización del sistema comercial multilateral representado por la Organización Mundial del Comercio (OMC); y reforma de las Naciones Unidas.
El segundo y último día estará dedicado a cuestiones de transición energética y desarrollo sostenible. El trabajo del grupo dedicado a estos temas tiene como objetivo proponer soluciones que fortalezcan la respuesta global al cambio climático, en particular promoviendo la movilización de flujos financieros climáticos. En este sentido, el componente financiero aboga por el establecimiento de políticas, regulaciones e incentivos destinados a dirigir capitales hacia los países en desarrollo.
Al concluir las reuniones, se emitirá una declaración final de los líderes. Este, según información comunicada por la diplomacia brasileña, contendrá un mensaje a favor de promover la paz en los conflictos globales, con referencias explícitas a las guerras en Ucrania y Medio Oriente. Este mensaje, afirmó Mauricio Lyrio, reflejará el compromiso de Brasil con la reforma de la gobernanza global: “La paz es esencial para concentrar los recursos financieros y la atención política en los objetivos fundamentales de la comunidad internacional, en particular la lucha contra la pobreza y el apoyo al desarrollo sostenible. incluida la lucha contra el cambio climático”, afirmó el diplomático.
La cumbre finalizará con una sesión final en la que Brasil transferirá la presidencia rotatoria del G20 a Sudáfrica, que asumirá el liderazgo del grupo a partir de 2025.