El cadáver descubierto el miércoles en un coche en Suiza es efectivamente el de la madre sospechosa de haber matado a sus tres hijos el martes en el pueblo de Taninges, en Alta Saboya, indicó el jueves la fiscalía de Bonneville.
“Las autoridades suizas han confirmado la identidad de la persona encontrada fallecida; se trata efectivamente de la madre de los tres niños”, indica el fiscal Boris Duffau en un comunicado de prensa.
Añadió que no tenía “los resultados de la autopsia” sobre las causas de la muerte de este docente de 45 años, y no quiso decir más en el futuro.
Los cuerpos de dos niños de 2 y 11 años y una niña de 13 fueron encontrados el martes, con heridas de arma blanca, en la casa de esta familia mestiza que vive en una pequeña aldea de Taninges, un pequeño pueblo de montaña cerca de la frontera con Suiza.
Se había abierto una investigación flagrante por “homicidios voluntarios” a la espera de que se esclarecieran “las circunstancias exactas de la comisión de los hechos”, según la fiscalía.
El martes y miércoles se movilizó un importante sistema de búsqueda para encontrar a la madre de los niños, descrita como deprimida. Unos sesenta agentes de policía, un helicóptero y buzos registraron los macizos circundantes y sondearon los puntos de agua.
Su cuerpo fue finalmente encontrado en Champéry, en Valais, a unos 70 kilómetros de Taninges, en el vehículo que utilizaba “habitualmente”.
Las autopsias de los tres niños, realizadas en paralelo, confirmaron que murieron por heridas de arma blanca.
Estos homicidios provocaron una fuerte conmoción en esta ciudad montañosa de 3.500 habitantes situada en el valle del Giffre, a unos 50 kilómetros al este de Ginebra, donde se instaló una unidad de urgencia médico-psicológica en el ayuntamiento.
Para el alcalde Gilles Péguet, la familia, que vivía “en un entorno un tanto idílico”, está hoy “devastada”.