El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles la nominación de Marco Rubio, senador por Florida y figura destacada del Partido Republicano, al puesto clave de Secretario de Estado.
Trump también eligió a Tulsi Gabbard, excongresista demócrata, para que se desempeñe como directora de inteligencia nacional, mientras que Matt Gaetz heredará el puesto de secretario de Justicia.
“Es un gran honor para mí anunciar que el Senador Marco Rubio de Florida ha sido nominado como Secretario de Estado de los Estados Unidos. Marco es un líder muy respetado y una voz muy poderosa a favor de la libertad”, dijo Trump en un comunicado.
Añadió que Rubio, de 53 años, será un “fuerte defensor de nuestra nación, un verdadero amigo de nuestros aliados y un guerrero valiente que nunca retrocederá ante nuestros adversarios”.
Marco Rubio tiene varios años de experiencia en política exterior y seguridad nacional, y lleva casi 10 años como miembro del Senado, donde se desempeña desde 2015.
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En la cámara alta del Congreso, Rubio forma parte del poderoso Comité de Asuntos Exteriores, que desempeña un papel de liderazgo en la política exterior de Estados Unidos mediante la autorización y supervisión de programas de ayuda exterior y ventas de armas, pero también en la elección de los aliados de Washington.
Rubio también se desempeña como líder republicano en el Comité de Inteligencia, un organismo igualmente poderoso que supervisa las agencias y oficinas de inteligencia y proporciona información y análisis a los líderes estadounidenses.
Hijo de inmigrantes cubanos, la nueva cara de la diplomacia estadounidense debutó en la política a finales de los 90, siendo elegido miembro del gobierno local de la ciudad de West Miami en Florida. A principios de la década de 2000, fue elegido miembro de la Cámara de Representantes de Florida, donde llegó a ser presidente entre 2006 y 2008.
En 2015, Rubio se postuló para la nominación presidencial del Partido Republicano en 2016, pero perdió las primarias ante Donald Trump, a quien apoyó en su exitosa campaña presidencial, y continuó apoyando constantemente durante su mandato en la Casa Blanca.
A lo largo de su carrera política, Rubio ha respaldado las posiciones del Partido Republicano en temas de inmigración y medio ambiente, convirtiéndose incluso en uno de los defensores de una línea dura contra China, Irán y sus representantes.
En el frente europeo, si el nuevo jefe de la diplomacia estadounidense se muestra escéptico sobre la necesidad de mantener el nivel de ayuda financiera y militar a Ucrania, sigue siendo un ferviente partidario del mantenimiento de la alianza con la OTAN.
Durante la primera presidencia de Trump, Rubio tuvo una influencia innegable en la política estadounidense hacia América Latina, apoyando posiciones de línea dura contra Nicaragua, Venezuela y Cuba.
Con MAPA