La batalla por ganar la Asamblea Nacional en Senegal está entrando en su recta final. Y los distintos protagonistas compiten entre sí a menos de una semana de unas elecciones marcadas por numerosas deserciones en las filas de la oposición.
A menos de una semana de las elecciones legislativas en Senegal, el gobierno y la oposición lanzan sus últimas fuerzas a la batalla por la capital, Dakar. Puerta a puerta para esta intercoalición opositora, un encuentro popular para estos partidarios del poder. Pero sólo una palabra en cada bando: confianza en la victoria.
“Estamos en un muy buen estado de ánimo. Creemos que los senegaleses están empezando a tener esta conciencia, incluso entre aquellos que votaron al partido gobernante durante las elecciones presidenciales, hay algunos que tienen esta conciencia y quieren que las instituciones estén equilibradas”.
“Creemos en nuestra victoria por mayoría la tarde del 17 de noviembre con nuestro jefe de lista en la comuna. Estamos seguros de que ganaremos aquí en Mbao si Dios quiere”.
Pero el tema que alimenta las pasiones son las numerosas deserciones en las filas de la oposición en favor del poder. Un enfoque criticado por la oposición y aceptado por Pastef, pero que plantea interrogantes. Sobre todo porque Pastef, entonces en la oposición, siempre se ha opuesto a estos actos.
“Aquí es donde nos equivocamos: siempre intentamos analizar las situaciones actuales por analogía con situaciones anteriores. Estos son políticos que en un momento u otro se levantaron para decir que apoyamos a Pastef. ¿Qué respuesta podría dar Pastef? ¿Podría Pastef decir: no, no, no, no vengas? No tiene sentido”, sostiene el analista político Babacar Diouf.
Los senegaleses acudirán a las urnas el 17 de noviembre para elegir 165 diputados con una única ecuación: la tasa de participación.
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