Cuando se trata de películas animadas, el divorcio y la separación de los padres rara vez han sido temas importantes.
Mientras que algunas películas infantiles como “Madame Doubtfire” y “The Four of Us” han utilizado el tema como trampolín para aventuras humorísticas, los dibujos animados se han mantenido en gran medida alejados de él.
“Puedes matar a un padre en una película como El Rey León o Bambi”, comenta Vicky Jenson, cineasta estadounidense que codirigió “Shrek”.
“Las madres de Disney a menudo están muertas; la única vez que alguien se vuelve a casar es porque el otro cónyuge murió”, añade. Pero “el tema de la separación, de la imposibilidad de los padres de vivir juntos, (…) es tabú”.
En su nueva película “Ellian and the Spell”, la directora presenta a una princesa cuyos padres fueron transformados en monstruos por un hechizo maligno. Una alegoría que empuja a la adolescente a intentar “reparar” a su padre y a su madre, y a su familia rota.
“Encontramos cierta resistencia cuando buscábamos (…) un socio para distribuirlo”, admitió Jenson a la AFP.
Muchos estudios le dijeron: “Qué hermosa película, qué hermoso mensaje”, dice ella, sin siquiera devolverle la llamada.
“Creo que no sabían cómo comercializarlo”, se ríe.
Después de haber estado durante un tiempo bajo el control de Paramount y Apple TV+, su película finalmente aterrizó en Netflix, cuyo “coraje” saluda. Está disponible a partir del viernes.
En un Hollywood que se aferra a los superhéroes como “apuestas seguras” para llenar las salas de cine, “las historias que superan los límites son más accesibles gracias al streaming”, se felicita.
– “Monstruos” –
Al comienzo de la película, la princesa Ellian (con la voz de Rachel Zegler en inglés) busca desesperadamente una cura para el misterioso hechizo que transformó a sus padres, la reina Ellsmere (Nicole Kidman) y el rey Solon (Javier Bardem).
Este tenaz adolescente también intenta ocultar el asunto a los ciudadanos del reino de Lumbria, para evitar el pánico.
Pero cuando se revela el secreto, se ve catapultada a una peligrosa búsqueda para romper la maldición.
Aventuras durante las cuales comprende que, incluso si lo logra, es posible que su familia nunca vuelva a ser exactamente como era antes.
El equipo de filmación recurrió a un psicólogo especializado en divorcios para hacer creíble el comportamiento de Ellian frente a los relojes de sus padres.
“Los niños sienten que depende de ellos hacer las cosas bien”, dice Jenson. “No entienden que algo les pasó a sus padres, que están actuando como monstruos”.
El director, el elenco y el equipo también se inspiraron en sus propias experiencias.
“Todos sabemos que nuestros padres son monstruos en algún momento. Y como padres, todos somos monstruos en algún momento”, bromea.
– Parábola –
El resultado final es una parábola contemporánea, ambientada en un universo de cuento de hadas. Suficiente para hacer eco de “Shrek”, el primer éxito de Jenson.
Pero mientras el petománico ogro verde interrumpió la bien engrasada mecánica de los cuentos infantiles con mucho refuerzo secundario, “Ellian y el Sortilège” opta por aplicar este proceso narrativo a las dificultades familiares de la vida real.
“Shrek era la versión moderna de los cuentos de hadas”, resume Jenson. “Este es un cuento de hadas sobre una historia moderna”.
Para la directora y su equipo -incluido el compositor Alan Menken, que trabajó en “La Sirenita” y “La Bella y la Bestia”- era importante llevar esta “verdad sobre la vida familiar” a la pantalla.
“Ahora existe un nuevo cuento de hadas para esta experiencia que tantos niños, tantos padres, tantas familias deben afrontar”, concluye.