Los operadores económicos franceses no ocultan su temor a que la crisis política entre Francia y Argelia se extienda al comercio y a las inversiones.
En los círculos empresariales franceses en Argelia empiezan a alzarse voces para criticar a los políticos por haber puesto en peligro la relación con un socio importante. En declaraciones a la TSA este lunes 11 de noviembre, el presidente de la Cámara de Comercio e Industria argelino-francesa (CCIAF), Michel Bisac, critica las políticas francesas y “las declaraciones inoportunas” que se hacen en Francia sobre Argelia.
En el plano político, la relación entre ambos países se ha reducido a su más simple expresión desde la retirada del embajador argelino en París a finales del pasado julio, tras el total alineamiento de Francia con las posiciones marroquíes en el expediente del Sáhara Occidental. La visita de Estado del presidente Abdelmadjid Tebboune a Francia, prevista para este otoño, ha sido cancelada.
Durante su viaje a Rabat a finales de octubre, donde reiteró el apoyo de Francia al “carácter marroquí” del Sáhara Occidental, el presidente Emmanuel Macron indicó de alguna manera a la parte argelina que París ha elegido definitivamente a los marroquíes. aliado histórico”.
El presidente francés salió de Marruecos con alrededor de diez mil millones de dólares en contratos para las empresas de su país, con el riesgo de que éstas perdieran mucho más en Argelia.
Esta imprudencia fue destacada la víspera del viaje por un ex alto funcionario francés, Patrick Stefanini, que advirtió: “Espero que esta visita no resulte en un deterioro significativo de nuestras relaciones con Argelia. Porque si perdemos con Argelia lo que ganamos con Marruecos, habremos perdido el sentido. »
Emmanuel Macron intentó jugar la carta de la disputa de la memoria, sin éxito. Su reconocimiento del asesinato del héroe nacional argelino Larbi Ben M’hidi por “soldados franceses”, anunciado simbólicamente el día de la conmemoración del 70º aniversario del estallido de la Guerra de Liberación Nacional, el pasado 1 de noviembre, no suscitó No hay reacción oficial en Argel, salvo las críticas a lo que se describe como “un monumento conmemorativo gota a gota”.
En el proceso, se extendió el rumor sobre la decisión de Argelia de suspender el comercio con Francia, como había hecho en junio de 2022 con España, que también se había alineado con las tesis de Marruecos.
El mensaje de los empresarios franceses en Argelia a los políticos en París
El rumor fue recogido por títulos de la prensa francesa, como Le Figaro, que informó en su edición del 4 de noviembre sobre una “instrucción verbal” dada a tal efecto a los bancos comerciales por la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (Abef). Lo transmitió también el ex embajador de Francia en Argelia, Xavier Driencourt.
Pero los servicios del Primer Ministro argelino lo desmintieron formalmente el jueves 7 de septiembre.
La información falsa, sin embargo, tuvo su efecto en los círculos empresariales franceses. “Esto ha creado una ola de pánico entre las empresas francesas y argelinas”, confirmó al periódico francés Les Échos el presidente de la Cámara de Comercio e Industria argelino-francesa (CCIAF), Michel Bisac.
Si bien destacó que Argelia sigue siendo un país “muy atractivo” y que tiene “sus propias reglas que deben ser respetadas”, el presidente de la CCIAF señaló el verdadero problema, lamentando que “Francia no se comporta como debería” y que ella “no toma todas las precauciones necesarias”.
Contactado por la TSA, Michel Bisac insistió y firmó. “Nuestros políticos deben tomar todas las precauciones cuando hablan de Argelia, un país de 45 millones de habitantes a las puertas de Europa, que hay que respetar”, afirma este empresario francés afincado en Argelia.
“Mi mensaje está dirigido a los políticos de París sobre nuestras empresas en Argelia y los intereses económicos entre los dos países. Las decisiones también afectan a las empresas argelinas. En Francia hay muchas declaraciones inoportunas y cuando hablamos de Argelia, sólo hablamos del OQTF y de los inmigrantes ilegales, mientras que el 99% de los argelinos en Francia trabajan y están bien integrados”, acusa.
De hecho, el asunto del Sáhara Occidental es sólo la gota que colmó el vaso por parte de Argel.
La extrema derecha y la extrema derecha francesa han hecho de Argelia un tema de política interna y una obsesión, atacándola regularmente sobre la cuestión de la memoria, la inmigración, el acuerdo de 1968, las deportaciones a las fronteras…
Estos ataques ahora son asumidos por altos funcionarios estatales, como el nuevo Ministro del Interior, Bruno Retailleau, quien, al asumir el cargo, prometió entablar un “enfrentamiento” con Argelia sobre la cuestión de los pases consulares, al tiempo que ofreció a Marruecos un diálogo sobre la cuestión. el mismo problema.
Si el mundo empresarial denuncia la imprudencia de los políticos franceses es porque los problemas económicos con Argelia no son insignificantes. El comercio entre los dos países ascendió a casi 12 mil millones de euros en 2023, incluidos cinco mil millones de euros de exportaciones francesas. Unas 6.000 empresas francesas mantienen relaciones comerciales con Argelia.