Este artículo fue publicado originalmente en inglés.
El desastre comenzó el 29 de octubre cuando lluvias torrenciales azotaron la región oriental de Valencia, y algunas zonas recibieron en tan solo unas horas la cantidad de lluvia de un año.
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Las autoridades de Valencia han descartado cualquier dimisión inminente del gobierno regional, mientras la ira sigue creciendo por la respuesta a las catastróficas inundaciones, que han dejado al menos 222 personas muertas.
Decenas de miles de personas se manifestaron el sábado por la noche en Valencia, acusando al gobierno regional de haber enviado alerta al público demasiado lentamente sobre los peligros de las inundaciones.
Un grupo de manifestantes exigen la dimisión del presidente regional Carlos Mazónse enfrentaron con la policía antidisturbios frente al Ayuntamiento, donde comenzó la manifestación, y la policía utilizó porras para rechazarlos.
La agencia de noticias EFE dijo que al menos 31 policías resultaron heridos, pero no proporcionó información sobre el número de civiles heridos.
El vicepresidente de la región, Susana Camarerodijo que nadie dimitiría mientras España se recupera de su peor desastre natural en décadas, y afirmó que eso equivaldría a traicionar a las víctimas.
“Dada la magnitud del desastre y los daños infligidos a las ciudades y a las personas, no podemos abandonar a las víctimas.” ella dijo.
“Este gobierno no abandonará a las víctimas. Este gobierno estará, como lo ha estado desde el primer día, al lado de las víctimas“.
Mazón dijo que daría respuestas cuando compareciera ante el Parlamento a finales de esta semana, pero algunos lo acusaron de demorar y negarse a asumir la responsabilidad de la crisis después de haber intentado inicialmente señalar con el dedo al gobierno socialista español encabezado por el primer ministro Pedro Sánchez.
“Proporcionaré explicaciones políticas y un relato detallado de los acontecimientos del jueves.” dijo.
El Gobierno central español insiste en que la respuesta al desastre es enteramente responsabilidad de Mazón y no de Madrid, ya que la situación de emergencia ha sido clasificada como Nivel 2 y las labores de socorro son, por tanto, responsabilidad de las autoridades regionales.
Esta no es la primera muestra de ira en la región: miembros de la familia real, el presidente Sánchez y varios líderes regionales han sido arrojados con barro por multitudes enojadas. cuando fueron al municipio de Paiporta la semana pasada.
Mientras tanto, la agencia meteorológica nacional española AEMET ha emitido una alerta de que una masa de aire frío procedente del norte de Europa podría provocar fuertes lluvias en los próximos días, o incluso crear una nueva depresión aislada, denominada DANA en España.
Se esperan lluvias intensas y persistentes a partir del martes en la costa mediterránea del norte de España, incluidas las Islas Baleares.
Se desconoce el alcance de los daños en la región, pero el Consorcio Español de Compensación de Seguros, entidad público-privada que paga indemnizaciones de seguros por riesgos extremos como inundaciones, estima que tendrá que pagar al menos 3.500 millones de euros.