Miles de familias asombradas se agolparon a lo largo del recorrido entre Charlesbourg y Limoilou para no perderse nada del 23mi Desfile de juguetes el sábado por la tarde.
“Muchos elementos estuvieron de nuestro lado, en primer lugar la temperatura. Es un desfile que superó nuestras expectativas en cuanto a disfraces y carrozas, y la población estuvo presente”, afirma Mireille Tremblay, productora del evento.
Foto Agencia QMI, MARCEL TREMBLAY
Las 15 carrozas alegóricas, dirigidas por más de 325 voluntarios y artistas, desfilaron sobre el tema “12 Labores de Navidad”. Como cada año, estuvieron presentes varias escuelas de danza, teatro y animación.
El desfile transcurrió muy bien, salvo un pequeño retraso.
Foto Agencia QMI, MARCEL TREMBLAY
Coleccionar juguetes
Como cada año, el objetivo principal del desfile es recoger juguetes nuevos o usados y luego redistribuirlos entre los niños de familias necesitadas de la región de Quebec. Los camiones operados por la Joujouthèque de la Basse-Ville se encargaron de recoger las donaciones. “Aún no hemos hecho balance, pero hemos llenado los dos camiones que estaban en el desfile previo”, dice M.a mí Temblar.
Foto Agencia QMI, MARCEL TREMBLAY
Zona VIP
Este año, más de 1.000 personas habían reservado un lugar en la zona VIP para presenciar el final del desfile desde las gradas instaladas para el evento en la plaza Jean-Béliveau. También se puso a disposición de los presentes en la zona VIP un quiosco de café y un quiosco de churros. A la espera del desfile, la zona VIP estuvo animada por varios personajes disfrazados.
Foto Agencia QMI, MARCEL TREMBLAY
Las gradas estaban llenas, ya que las últimas entradas se vendieron hace varios días.
Myriam y su hija Estella estaban desde las 14.15 horas para reservarse un lugar especial en la grada. “¡Este año la animación de los personajes es genial! ¡Nos permite no aburrirnos mientras esperamos!” declara la madre, que se autodenomina una “habitual” del Toy Parade.
Foto Agencia QMI, MARCEL TREMBLAY
Para la ocasión acudieron varias familias de la ciudad de Quebec y de sus alrededores, así como personas de un poco más lejos, como la familia Richer, directamente de Saint-Lazare.
calcetín de navidad
La gran novedad de esta edición fue la implementación de una media mitad denominada El Calcetín de Navidad para ayudar a financiar la actividad. A través de él se recaudaron más de 15.000 dólares. “La mitad y mitad realmente nos sorprendió. ¡Fue un éxito!” indica Mireille Tremblay.