Los 100 mm de precipitación que azotaron a Cadaqués en pocas horas podrían haber tenido consecuencias dramáticas.
En una España todavía traumatizada por las imágenes de las mortíferas inundaciones en Valencia, las tormentas que azotaron Cataluña, a ambos lados de la frontera, durante la noche del jueves al viernes, aumentaron considerablemente la ansiedad entre los residentes. Y viendo las imágenes difundidas este viernes a primera hora de la mañana podemos entender a la población.
Así fue como el pequeño arroyo de Cadaqués se transformó en un impresionante río que discurría por las calles del pueblo que hizo famoso el artista surrealista Salvador Dalí.
Según los bomberos catalanes, en apenas unas horas cayeron en la zona nada menos que 100 mm de precipitación.
Cuando nos despertamos aún no se habían evaluado los daños materiales, pero las autoridades catalanas pudieron contabilizar una treintena de coches que fueron arrastrados por un arroyo en Cadaqués hasta las afueras del puerto de la ciudad. Como suele ocurrir en las localidades costeras de Cataluña, los vehículos estaban estacionados en el lecho del arroyo que desemboca en el mar y que llevaba muchas semanas seco.
“Los vehículos quedaron amontonados debajo de un puente y no llegaron al mar, nadie resultó herido ni atrapado”, dijeron los bomberos catalanes.
Los servicios de emergencia indicaron este viernes por la mañana que sólo fueron llamados a Cadaqués, en el Alt Empordà, la región norte de Cataluña. Han sido llamados a intervenir 8 veces en el Baix Empordà desde hace 3 horas, principalmente por inundaciones en viviendas particulares. Según los bomberos, no se registraron heridos durante estas intervenciones.
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