En un análisis en profundidad, El Abbas El Ouardi, politólogo y profesor de ciencias políticas en la Facultad de Derecho de Rabat-Souissi, descifra las recientes elecciones presidenciales estadounidenses y su resonancia más allá de las fronteras de Estados Unidos.
Según él, la victoria de Donald Trump refleja una dinámica compleja y una respuesta clara del electorado estadounidense a las promesas incumplidas de los demócratas. Esta transición podría, según él, augurar una intensificación de las relaciones entre Estados Unidos y Marruecos, ancladas en cuestiones geopolíticas y económicas cruciales.
Para El Ouardi, la elección de Donald Trump es ante todo una forma de “castigo” infligido por los votantes estadounidenses a los demócratas, considerados incapaces de responder a las expectativas. Según él, esta desconfianza se debe a que las políticas económicas y sociales no han sabido responder a las preocupaciones de los ciudadanos, ampliando así la brecha de frustración. En este contexto, Trump encarna un modelo alternativo, impulsado por una estrategia audaz y directa, que contrasta con el status quo demócrata. “ El electorado expresó un claro descontento con las vacías promesas de campaña de Joe Biden y Kamala Harris.“, subraya El Ouardi.
Geopolítica: un cambio de rumbo estratégico
En términos geopolíticos, la elección de Trump también podría significar un cambio de rumbo significativo. “ Es crucial recordar que Trump, como empresario experimentado y expresidente, tiene una sólida red de relaciones con líderes internacionales, que podrían redefinir las prioridades estadounidenses en Medio Oriente y el Norte de África. » observar El Ouardi.
El politólogo añadió con calma que: “Su profundo conocimiento de las cuestiones iraníes y ruso-ucranianas, así como su compromiso histórico con Marruecos, en particular el reconocimiento de la soberanía del Reino sobre el Sahara, prometen revivir una diplomacia proactiva centrada en la estabilidad regional.”.
Según El Ouardi, esta nueva presidencia representa una oportunidad de oro para Marruecos. El reconocimiento por parte de Estados Unidos de la soberanía marroquí sobre el Sáhara marcó un punto de inflexión histórico y, con el regreso de Trump, esta asociación podría consolidarse aún más. “ El momento es ideal para profundizar esta relación estratégica, que trasciende las cuestiones diplomáticas para tocar los ámbitos económico, militar y de seguridad. » añade. Propone una hoja de ruta clara para desarrollar esta alianza única y duradera, basada en la reciprocidad y la confianza mutua.
Hacia una cooperación ejemplar y una relación fortalecida
El Ouardi se mantiene optimista sobre el futuro de las relaciones entre ambos países, que describe como “ asociación excepcional entre dos naciones con visiones compartidas”. Al desarrollar iniciativas conjuntas y reafirmar su compromiso estratégico, Estados Unidos y Marruecos podrán, según él, establecer una cooperación sólida con beneficios positivos para sus ciudadanos, pero también para la estabilidad regional. “ Felicitamos al presidente Trump, un auténtico amigo de Marruecos que, estamos convencidos, sabrá liderar una política alineada con los intereses comunes de las dos naciones.”, concluye El Ouardi, confiado en el futuro floreciente de esta asociación estratégica.
El Ouardi predice que el regreso de Donald Trump al poder podría dar un impulso significativo a los intercambios económicos bilaterales. Bajo su presidencia, podrían florecer proyectos de inversión en los sectores energético, agrícola y tecnológico, beneficiando directamente a las economías marroquí y estadounidense.
« Los dos países comparten una visión común de la innovación y la apertura de los mercados, activos que, si se explotan adecuadamente, fortalecerán el tejido económico nacional al tiempo que impulsarán el empleo. » subraya. Trump, con su mentalidad empresarial, sería un valioso aliado para Marruecos en su búsqueda de modernización industrial y diversificación económica.
Alianza de fortalecimiento económico y seguridad con alcance internacional
Por último, El Ouardi recuerda que la asociación marroquí-estadounidense no se limita a los intereses económicos, sino que se extiende también a las cuestiones de seguridad regional e internacional. “ La posición estratégica de Marruecos en África y su papel fundamental en la lucha contra el terrorismo lo convierten en el socio preferido de Estados Unidos. » explica. Aprovechando esta alianza, los dos países podrían implementar una estrategia de seguridad común, que probablemente contribuya a la estabilidad en el Norte de África y Medio Oriente.