Si bien la inteligencia artificial se abre camino en la recolección de hongos, los peligros son muy reales. Estas aplicaciones y libros generados por IA a veces confunden qué especies son comestibles y cuáles no.
Pruebas realizadas por investigadores (Las herramientas de inteligencia artificial poco fiables generan información errónea sobre los hongos y Aplicaciones de identificación, un peligro) muestran que incluso las mejores aplicaciones de identificación de IA tienen solo un 50% de precisión.
Aún más preocupante es que estas herramientas pueden confundir especies mortales con hongos comestibles.
Fotos falsas y guías falsas.
En Amazon ahora también encontramos guías micológicas íntegramente generadas por IA, a veces publicadas a razón de 30 libros por día por la misma editorial.
También en Google abundan las fotos falsas de setas.
Ante esta tendencia, los expertos lo tienen claro: nada reemplaza el aprendizaje en el campo con especialistas y el control de la canasta por parte de un profesional.
Para identificar hongos es necesario observar muchos criterios, como el olor, la textura y el hábitat, elementos que una IA no puede evaluar a partir de una simple fotografía.
En Suiza, el principal peligro proviene de la amanita phalloides, un hongo potencialmente mortal que puede confundirse con un champiñón cuando es joven.
Pascal Wassmer / juma
Swiss
