Aún está pendiente la denuncia de los abusos cometidos dentro de las Iglesias Reformadas. En la Iglesia Evangélica Reformada de Suiza (EERS), su organización coordinadora, se propuso en junio pasado un importante proyecto de estudio interno, que fue rechazado. Para realizar este estudio, la EERS prefiere confiar en la Confederación, que podría proporcionar información a través de un estudio global de la sociedad. Sin una señal favorable del Estado por el momento, recientemente se creó un grupo de trabajo, bajo el lema “Protección de la integridad personal”. Compuesto por víctimas, asociaciones de víctimas de abusos en el ámbito religioso y líderes reformados, este grupo, presentado la semana pasada en Berna durante el sínodo de la EERS, debe, entre otras tareas, reflexionar sobre la viabilidad de un estudio. Actualización con la pastora Rita Famos, presidenta de la Iglesia Evangélica Reformada de Suiza.
Durante el sínodo de verano celebrado en Neuchâtel, se decidió no iniciar una investigación interna, sino dejarla en manos de la Confederación. ¿Ha tenido contacto con el Estado? ¿Y qué salió de ello?
Se tomaron dos decisiones. La primera es que la Iglesia Evangélica Reformada de Suiza debe comprometerse a nivel nacional con un estudio a escala de la sociedad. El segundo consiste en la creación de un grupo de trabajo encargado de examinar qué estudio interno podría ser sensato para nuestra Iglesia. Estamos siguiendo estos dos enfoques en paralelo. El grupo de trabajo sobre “Protección de la integridad personal” está examinando actualmente si y, en caso afirmativo, qué tipo de estudio podría apoyar mejor los esfuerzos para prevenir y resaltar los abusos cometidos en nuestras Iglesias.
¿Existe todavía la posibilidad de que un estudio global de la sociedad, realizado por el Estado, pueda arrojar resultados sobre las Iglesias?
A nivel federal ya he realizado varias entrevistas y confío en que nuestras sugerencias serán escuchadas e implementadas. Sin embargo, esto también significaría, en el mejor de los casos, que no deberíamos esperar un estudio concreto antes de los próximos dos años.
Este grupo también debe considerar el desarrollo de sistemas de protección a las víctimas. ¿No habría sido más fácil trabajar con los resultados de un estudio realizado previamente?
Por supuesto, los resultados de un estudio pueden ayudar a adaptar los estándares existentes en el ámbito de la protección y la prevención y a mejorarlos de manera específica. Sin embargo, es crucial que los sistemas de protección no esperen a los resultados de dicho estudio, sino que ya se implementen de manera consistente. La seguridad y la protección de los afectados es para nosotros una prioridad absoluta y en nuestras iglesias ya se han implementado o se están desarrollando continuamente numerosos conceptos de protección y medidas de prevención. Nuestro objetivo es garantizar lo mejor posible la protección de las víctimas y la prevención, examinando al mismo tiempo cómo un estudio puede ayudarnos a largo plazo.
¿Cuándo podremos contar con los resultados de este grupo de trabajo?
Espero que podamos presentar una propuesta concreta sobre la viabilidad y el diseño del estudio en el Sínodo de otoño de 2025, dentro de un año. El grupo de trabajo debe mostrar si es necesario un estudio interno o si otros procesos son más adecuados. Hasta entonces, este grupo, que también incluye grupos de víctimas, trabajará intensamente para garantizar que el estudio tenga en cuenta de la mejor manera las necesidades y preocupaciones de los afectados, así como las de las iglesias.
¿Es posible que la EERS, cuyo Consejo, que usted preside, había puesto en marcha todo un proyecto de estudio, finalmente no haya llevado a cabo ninguno?
Como dije, primero debemos esperar los resultados del grupo de trabajo.
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