La historia de las mariquitas asiáticas en Francia es un ejemplo sorprendente de las consecuencias imprevistas que puede tener la introducción de especies exóticas en un nuevo ecosistema. Importada en los años 80 para luchar contra la proliferación de pulgones, esta especie se ha convertido hoy en día en un auténtico dolor de cabeza ecológico.
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Mariquitas asiáticas o la historia de una introducción bien intencionada que desemboca en tragedia
Originalmente, la introducción de la mariquita asiática (Harmonia axyridis) en Francia y Europa tenía como objetivo solucionar un importante problema agrícola: la proliferación de pulgones. Estos pequeños insectos plaga causaron daños considerables a los cultivos, y los investigadores del Instituto Nacional de Investigaciones Agronómicas (INRA) vieron en esta especie, originaria de Asia, una solución prometedora. De hecho, la mariquita asiática parecía poseer todas las cualidades necesarias para un control biológico eficaz. Más grande y voraz que sus primos europeos, podría ingerir hasta 100 pulgones al día. Además, su resistencia a los pesticidas y su capacidad de adaptarse a diferentes ambientes lo convertían en un candidato ideal para proteger cultivos.
Expansión rápida y descontrolada
Sin embargo, lo que parecía una solución ingeniosa se convirtió rápidamente en un gran problema ecológico. Desde principios de la década de 2000, se observaron las primeras poblaciones salvajes de mariquitas asiáticas en Europa, especialmente en Bélgica. A partir de ahí, la expansión de la especie fue meteórica. En Francia, la aclimatación de la especie y su extensión fueron reconocidas en 2006. Desde entonces, la mariquita asiática ha colonizado gran parte del territorio, desde las llanuras del Gran Este hasta la cuenca de París, pasando por el País del Loira. Esta rápida expansión puede explicarse por varios factores:
- Reproducción especialmente eficaz (una hembra pone unos 2.500 huevos al año)
- Una gran capacidad de adaptación a diferentes entornos.
- La ausencia de depredadores naturales en su nuevo hábitat
Un apetito voraz y consecuencias ecológicas
Uno de los principales problemas que plantea la mariquita asiática es su apetito voraz. Si realmente se alimenta de pulgones como se esperaba, la cosa no se detiene allí. Su dieta también incluye otros insectos de cuerpo blando, sus larvas y huevos. Entre sus víctimas encontramos lamentablemente otras especies de mariquitas autóctonas. Esta depredación agresiva tiene consecuencias dramáticas para la biodiversidad local. Las poblaciones de mariquitas europeas, menos competitivas, están debilitadas y en disminución en muchas regiones. Este desequilibrio ecológico podría tener repercusiones en cascada en todo el ecosistema.
Un problema para la agricultura y la vivienda
Irónicamente, la mariquita asiática, introducida para proteger los cultivos, se ha convertido en sí misma en una molestia para la agricultura. De hecho, en otoño, estos insectos tienden a reunirse en gran número en los racimos de uvas. Cuando se trituran durante la cosecha, liberan una sustancia que altera el sabor del vino (¡un desastre para Nueva Aquitania!). Además, las mariquitas asiáticas plantean problemas a las personas. A medida que se acerca el invierno, tienden a agruparse por cientos, incluso miles, en las paredes de las casas o en el interior de las casas para pasar allí la estación fría. Aunque no son peligrosos para los humanos, su presencia en grandes cantidades puede resultar molesta.
Esfuerzos de investigación para comprender y controlar
Ante esta situación, la comunidad científica se ha movilizado para comprender mejor los mecanismos de la invasión e intentar controlarla. Los proyectos de investigación, en particular llevados a cabo por el INRA, tienen como objetivo rastrear las rutas de invasión de la mariquita asiática y analizar los factores que determinan su éxito invasor. Estos estudios revelaron en particular que las poblaciones invasoras en Francia son en realidad híbridas, resultantes de una mezcla entre cepas importadas por el INRA y mariquitas asiáticas de América del Norte. Esta complejidad genética podría explicar en parte la gran capacidad de adaptación de la especie.
¿Hacia una gestión sostenible?
Hoy en día, gestionar la mariquita asiática supone un auténtico desafío. La erradicación completa de la especie parece imposible y los métodos de control deben estudiarse cuidadosamente para evitar que empeore los desequilibrios ecológicos. La experiencia de las mariquitas asiáticas sirve ahora como advertencia sobre los riesgos de introducir especies exóticas, incluso con las mejores intenciones. Destaca la importancia de un enfoque cauteloso y una evaluación exhaustiva de los riesgos antes de cualquier introducción voluntaria de especies en un nuevo ecosistema.
En definitiva, la historia de la mariquita asiática en Francia nos recuerda la complejidad y fragilidad de los equilibrios naturales. Nos invita a repensar nuestros métodos de lucha contra las plagas y a favorecer enfoques más respetuosos con la biodiversidad local.
Fuentes:
- https://www.ouest-france.fr/pays-de-la-loire/l-invasion-des-coccinelles-asiatiques-augmente-les-pays-de-la-loire-colonises-830e99ec-5ab2-11ed- 8bfd-8dba71fb0669
- https://www.cbd.int/invasivo/doc/meetings/isaem-2015-01/biocontrol/iasem-france-bio-02-fr.pdf