La Agencia Nacional de Regulación de las Actividades Relacionadas con el Cannabis (ANRAC) se dispone a apretar las tuercas al mercado del cannabis en Marruecos. La inminente retirada de las licencias concedidas a inversores y cooperativas inactivos podría redefinir la dinámica de este sector emergente.
Según fuentes bien informadas de Hespress, ANRAC planea retirar las licencias a ciertos inversores y propietarios de cooperativas procesadoras que, a pesar de obtener los permisos, no han dado el paso imprescindible de contratar con cooperativas agrícolas para dar vida a su proyecto.
Tras las reuniones estratégicas celebradas el pasado lunes con las partes interesadas, surgió una decisión colectiva consistente en la inminente implementación de procedimientos de retirada de licencia. Este proceso, previsto antes de finales de enero, está dirigido específicamente a quienes no han finalizado su programa según lo estipulado en el marco regulatorio. De hecho, la Ley nº 13-20 relativa a los usos legales del cannabis especifica claramente las condiciones bajo las cuales la Agencia puede retirar una licencia, en particular en caso de incumplimiento de los compromisos contractuales o de no iniciar una actividad dentro de los plazos.
Mohammed El Guerrouj, El director general de la Agencia, ya ha destacado durante estas recientes reuniones la importancia de establecer una coordinación efectiva entre inversores y cooperativas. El objetivo es fortalecer la competitividad del producto nacional en un mercado cada vez más competitivo. Este esfuerzo no se limita a la regulación, también incluye el compromiso de capacitar a las cooperativas en herramientas de procesamiento y gestión, con el fin de optimizar su producción y reducir costos sustancialmente.
Se pondrá en marcha así un plan de apoyo y supervisión para garantizar la correcta aplicación de las medidas y apoyar a los actores implicados en este sector. Al integrar una perspectiva colaborativa, la Agencia pretende crear un entorno propicio para el crecimiento sostenible de las cooperativas, que es esencial para la vitalidad del sector legal del cannabis.
En este contexto, el énfasis en la formación y optimización de los procesos entre las distintas partes interesadas sólo puede resultar beneficioso. Esta iniciativa tiene como objetivo asegurar un producto de calidad y garantizar la prosperidad compartida dentro de las cooperativas, que desempeñan un papel central en la cadena de valor del cannabis.