Después de varios años de tensiones económicas relacionadas con la crisis sanitaria y la guerra en Ucrania, la inflación en Francia siguió disminuyendo en 2024. Los precios al consumo aumentaron solo un 1,3% en diciembre interanual. , lo que supone una bienvenida estabilización.
La inflación se estabilizó a finales de año
El año 2024 confirmó una clara disminución de la inflación en Francia, ofreciendo un alivio notable a los consumidores. Según los datos publicados este martes por el INSEE, los precios al consumo aumentaron un 1,3% interanual en diciembre, cifra idéntica a la de noviembre. A lo largo de todo el año, la inflación media se situó en el 2%, un nivel muy inferior al 4,9% registrado en 2023. Estas cifras marcan una ruptura con las tensiones económicas de los últimos años. , particularmente debido al aumento de los precios de la energía.
Esta caída puede explicarse por varios factores, entre ellos una estabilización de los precios de los alimentos y una caída notable de los productos manufacturados. Por ejemplo, los precios de la energía experimentaron un ligero repunte en diciembre (+1,2%), pero este aumento se vio compensado por una desaceleración en otros sectores. Los servicios (+2,3%) y el tabaco (+8,7%) mantuvieron tasas estables respecto al mes anterior.
Una salida gradual de la crisis inflacionaria
Este descenso forma parte de una tendencia que comenzó tras el pico histórico del 5,2% en 2022, tras la crisis post-Covid y el impacto de la guerra en Ucrania sobre las materias primas.. « El episodio inflacionario ha quedado definitivamente atrás », confirmó Mathieu Plane, director adjunto del Observatorio Francés de las Condiciones Económicas (OFCE). Según él, la caída de los precios de la energía permitió una recuperación más rápida de lo esperado, lo que contribuyó a esta notable mejora.
Para 2025, las perspectivas siguen siendo optimistas. El INSEE prevé un aumento limitado al 1% en junio, mientras que la Banque de France espera niveles moderados entre el 1,6% y el 1,9% en los próximos tres años. Los expertos atribuyen esta desaceleración a una combinación de factores, entre ellos una posible reducción de los precios regulados de la electricidad a partir de febrero de 2025.
Si estas previsiones se confirman, podrían marcar un retorno a condiciones económicas más estables, en línea con el objetivo del 2% fijado por el Banco Central Europeo. Una estabilización que beneficiaría especialmente a los hogares franceses, para quienes este período de desinflación se considera un soplo de aire fresco después de años de presión sobre su poder adquisitivo.
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