El panorama mediático marroquí está cambiando, como ilustra el último informe Imperium, que enumera más de 160.300 artículos, apariciones en radio y televisión en noviembre de 2024. Esta producción se caracterizó por un aumento del 15,5% respecto al año anterior.
Con el 79,4% del total de publicaciones en noviembre de 2024, la prensa digital confirma su predominio. Esta progresión, marcada por un aumento del 21,2% con respecto a 2023, ilustra la adaptación de los medios marroquíes a un consumo cada vez más digital. Diariamente se publican una media de 5.345 artículos, lo que pone de relieve la intensidad de la actividad editorial. Sin embargo, esta transición a lo digital plantea interrogantes sobre las desigualdades en el acceso a Internet, particularmente en las zonas rurales, y la creciente dependencia de plataformas como las redes sociales para la difusión de información.
El informe revela que el 71,2% del contenido se publica en árabe, lo que confirma su posición como lengua dominante. La lengua francesa, con un 24,23%, conserva un lugar importante, mientras que las lenguas secundarias (inglés, español, amazigh) siguen marginadas, representando sólo el 4,61% de la producción total. Esta disparidad lingüística plantea la cuestión de la inclusión de lenguas secundarias en el panorama mediático. El amazigh, aunque reconocido como idioma oficial, lucha por encontrar una representación significativa, lo que refleja dinámicas sociales y culturales que limitan su alcance en los medios.
En noviembre de 2024, la política es el tema más cubierto, representando el 15,91% de la producción total, con temas como la intervención de Aziz Akhannouch (923 artículos) y el nombramiento de Achraf Fayda (363 artículos). Estas cifras muestran la importancia de los medios de comunicación en la difusión e interpretación de los discursos políticos. Sin embargo, esta fuerte cobertura cuestiona su papel como contrapoder.
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El deporte, en particular el fútbol, ocupa un lugar creciente en los medios de comunicación con 8.990 publicaciones en noviembre de 2024, justo por detrás de la política y el sector bancario. Esta cobertura mediática refleja no sólo el entusiasmo popular, sino también el impacto socioeconómico del deporte en Marruecos. La presentación ampliamente cubierta de las nuevas camisetas para CAN 2025 destaca el papel de los medios de comunicación en la construcción de una identidad nacional en torno al deporte, al tiempo que estimula sectores relacionados como el marketing y el comercio.
El lugar de las mujeres en los medios marroquíes sigue siendo una cuestión crucial. Si el informe Imperium no proporciona datos específicos sobre su representación, la baja diversidad de temas cubiertos en los medios podría reflejar una falta de visibilidad de las cuestiones relacionadas con la igualdad de género. Los medios de comunicación desempeñan un papel central en la promoción de esta igualdad, destacando a figuras femeninas influyentes o cubriendo temas que conciernen directamente a los derechos de las mujeres.
Los medios marroquíes, a través de su diversidad lingüística y cultural, contribuyen a la construcción de la identidad nacional. Sin embargo, esta diversidad sigue siendo incompleta: dominan el árabe y el francés, mientras que el amazigh y otras lenguas secundarias quedan relegados. Según el informe, este desequilibrio lingüístico refleja tensiones culturales que limitan la representación de determinadas comunidades. Al mismo tiempo, la cobertura mediática de temas como el deporte o la política muestra una tendencia a estandarizar los contenidos, en detrimento de una representación más amplia de las realidades marroquíes.
Los medios marroquíes, impulsados por el auge de la tecnología digital, están evolucionando rápidamente para satisfacer las expectativas de un público cada vez más conectado. Sin embargo, los problemas persisten: una mejor inclusión lingüística, una representación equitativa de los géneros y la diversificación de temas son esenciales para maximizar su papel en la sociedad. Estas transformaciones, aunque están en curso, requieren estrategias concertadas para garantizar un impacto positivo y duradero.