“Sin una declaración política clara de la Comisión Europea antes de finales de año, como también solicitaron los gobiernos de Alemania, Francia, Italia y otros países europeos, la industria del automóvil corre el riesgo de perder hasta 16.000 millones de euros de capacidad de inversión”, afirmó. Luca de Meo, presidente de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) y director general del grupo Renault en un comunicado.
Según él, estas pérdidas se producirían “ya sea mediante el pago de multas, la reducción de la producción, la asociación con competidores extranjeros o la venta de vehículos eléctricos con pérdidas”, afirmó.
“Necesidad de claridad”
La ACEA vuelve a presionar, después de haber pedido a Bruselas en septiembre “medidas urgentes de ayuda” para hacer frente al endurecimiento de las normas sobre emisiones de CO2 en 2025. “Los fabricantes necesitan claridad ahora para finalizar sus estrategias de cumplimiento, organizar consolidaciones y hacer otros arreglos para 2025”, enfatizó Luca de Meo. Según él, “esperar el inicio del diálogo estratégico de la Comisión sobre el futuro de la industria del automóvil o la revisión de la legislación sobre CO2 en 2026 no es una opción”.
Gracias al auge de la electricidad y a la mejora de los motores térmicos, los fabricantes han respetado hasta ahora la norma llamada CAFE (Corporate Average Fuel Economy), que les obliga, bajo pena de fuertes multas, a respetar una media anual de emisiones por coche. vendido.
Según las últimas estadísticas de ACEA, con cerca de 125.000 unidades vendidas, los coches eléctricos disminuyeron en octubre en los principales mercados (Alemania, Francia, Italia), pero se mantuvieron estables en los países que ya están bien electrificados (País Bas, Dinamarca, Bélgica). Además de Europa, el Reino Unido sigue matriculando cada vez más coches eléctricos (+24,5% en octubre).
Y, a nivel global, octubre de 2024 marcó un nuevo mes récord para las ventas de vehículos eléctricos, con 1,7 millones de vehículos vendidos (+50% interanual), dos tercios de los cuales en China, según la firma británica Rho Motion.
Según ACEA, el aumento de los costes de la energía, la falta de subvenciones a la compra y una red insuficiente de estaciones de carga están impidiendo que los europeos se pasen a la electricidad.
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