Sabíamos de las almas gemelas, ahora los investigadores están desarrollando gemelos digitales, con inteligencia artificial que clonarían nuestra personalidad.
Una vez más, cuando se trata de inteligencia artificial, la pregunta fundamental es qué datos se utilizan para entrenar el modelo algorítmico. Esto es lo que contribuirá al desempeño de los resultados obtenidos. Investigadores de la Universidad de Stanford en Estados Unidos con equipos de la entidad de inteligencia artificial de Alphabet, Google DeepMind, publicaron a finales de 2024 un estudio destinado a fabricar réplicas de personalidades de individuos completamente comunes y corrientes.
Todo comienza escribiendo un cuestionario muy personal. El sujeto responde a preguntas sobre recuerdos destacados, momentos clave de su infancia, las etapas de su carrera profesional, sus opiniones sobre temas sociales… En dos horas, el objetivo es recoger el mayor número posible de elementos que llevaron a configurar a la persona. ella es hoy. Los científicos interrogaron a mil personas utilizando multitud de criterios diferentes: edad, nivel de formación, origen regional, afiliación política, etc.
Los expertos lo tienen claro: nada mejor que una entrevista cara a cara para obtener más información de valor añadido que presentar un formulario digitalizado. Este paso tan humano parece decisivo en la calidad de los datos así recogidos.
Las pruebas realizadas muestran entonces una concordancia del 85% entre las respuestas dadas por los clones y su original humano, a una batería de exámenes: juegos de lógica, encuestas sobre hechos sociales, tests de personalidad… Evidentemente, este mecanismo es todavía imperfecto para elaborar puntos de vista conceptuales o filosóficos. En este caso, la elaboración de perfiles experimentales sigue siendo bastante básica. Y esto requeriría recursos técnicos muy importantes, si quisiéramos implementar su uso más allá de este ejercicio científico.
Sin embargo, esto ilustra la capacidad de abordar los mecanismos del razonamiento humano. Con riesgos evidentes en cuanto a usos desviados para usurpar identidades, si combinamos esta tecnología con deepfakes que imitan la imagen o los gestos del vídeo.
Desde octubre de 2022, con ChatGPT conocemos la IA generativa que nos permite producir imágenes, textos, sonidos o vídeos. Aquí estamos hablando de IA agente. Estos “agentes” no realizarán una sola tarea, como escribir un párrafo, sino que llevarán a cabo una secuencia de acciones.
Como por ejemplo cuando le pides que escriba un correo electrónico, después de haber hecho el informe de la reunión y comprobado en las agendas la disponibilidad de personas para la próxima sesión. Esto implica dividir una acción compleja en una serie de secuencias simples. ¡Con aplicaciones que seguro se multiplicarán en 2025!