Un recluso que golpeó a los guardias tras una disputa por puré de manzana tendrá que pasar cinco años tras las rejas, una sentencia que se suma a los nueve años de prisión por tráfico de drogas y armas de fuego.
Akim Bilodeau-Joseph, que ahora tiene 25 años, estaba encarcelado en el centro de Rivière-des-Prairies cuando atacó a dos funcionarios penitenciarios. Cumplirá un total de 14 años en prisión.
“La violencia contra los agentes del orden que trabajan en las prisiones no sólo debe ser denunciada, sino también disuadida mediante la imposición de penas severas”, se lee en la decisión del juez Pierre Dupras.
Al imponer esta sentencia, el juez espera disuadir a la población penitenciaria en general, así como al recluso en particular. Porque en su caso la disuasión “parece lejos de ser adquirida”.
Circunstancias agravantes
Se citan como factor agravante los “numerosos antecedentes penales de violencia” del delincuente, así como el papel de agentes del orden desempeñado por sus víctimas.
Lo mismo ocurre con la gravedad de las lesiones sufridas. Porque uno de los agentes abandonó la profesión por completo. Se volvió hipervigilante además de sufrir una conmoción cerebral, un latigazo cervical y hematomas faciales.
El otro portero sufrió varias fracturas en la cara que le provocaron una pérdida persistente de sensibilidad en los dientes, además de hematomas y dolor.
Una historia sobre el puré de manzana.
Tras una riña con un agente durante un reparto de comida que culminó con un derrame de puré de manzana sobre el recluso, este último aseguró que iba a “recordar” al guardia, indica una sentencia anterior.
Probablemente esto fue lo que ocurrió ya que posteriormente atacó al agente en cuestión y a uno de sus compañeros.
“Los guardias no abrieron las celdas por falta de personal”, afirmó la abogada defensora de Bilodeau-Joseph, Vicky Powell. Le preocupan las tensiones que genera el aislamiento prolongado en las celdas, sin excusar la agresión.
“Mi cliente dice que fue uno de los agentes quien empujó la compota, pero esa no es la versión que aceptó el juez”.
De hecho, se considera un factor agravante el “papel instigador del delincuente en la agresión”. El tribunal no detectó ninguna circunstancia atenuante.
Catorce años en total
Bilodeau-Joseph se declaró culpable de vender armas prohibidas o restringidas a agentes secretos del SPVM, así como un cargador prohibido de alta capacidad.
Hizo el mismo alegato por haber estado en posesión de un arma prohibida cuando se le prohibió hacerlo por orden, así como por haber traficado con jarabe de codeína.
El juez subraya con preocupación la “proliferación” del uso de armas de fuego, que califica de “flagelo desastroso y calamitoso”.
Porque en 2021, año en que se cometieron los crímenes, se registraron 152 incidentes con armas de fuego en Montreal.
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