¡Olaf Scholz ya no tiene mayoría en el Parlamento alemán y ahora ya no cuenta con su confianza! Se podrán organizar elecciones legislativas, normalmente el 23 de febrero. Esta situación política se debe en parte a una economía alemana en malas condiciones. Descifrado.
En las últimas décadas se ha dicho a menudo que la economía alemana es la locomotora delEuropa. Hoy está claro que viaja a muy baja velocidad. Este fin de semana, el Banco Federal deAlemania revisó a la baja su previsión de crecimiento para el próximo año, del 1,1% al 0,2%. No es mejor para 2026, del 1,4% al 0,8%. Este crecimiento tan débil se debe en particular a la caída de las exportaciones. En octubre volvieron a descender, aunque normalmente son uno de sus principales impulsores.
Todo esto tiene consecuencias reales y concretas para el empleo industrial, es decir, planes sociales a gran escala. El más emblemático, como sabéis, es el de Volkswagen. El grupo automovilístico pretende despedir a varios miles de personas y cerrar tres centros de producción en Alemania.
escucha tambiénHuelga en Volkswagen, dimisión de Carlos Tavares: el automóvil europeo se estanca
El gas ruso y los problemas estructurales
La razón principal es que Alemania está pagando un alto precio por la guerra en Ucrania. El conflicto puso fin a la era del gas ruso ultrabarato en su combinación energética. Resultado: los precios de la energía se han disparado, lo que implica un aumento de los costes de producción y por tanto, en definitiva, de los precios. Enfrente, el competencia, particularmente de China no tiene este problema, por lo que aprovecha el problema alemán para inundar el mercado.
Pero más allá de estas tensiones comerciales, también hay explicaciones específicas del estado de Alemania. Está sumido en una serie de problemas estructurales que penalizan su modelo de crecimiento. Destacaremos en particular el envejecimiento demográfico que está provocando escasez de mano de obra. También debemos destacar la subinversión pública. Y además esta situación política preocupa a los inversores privados. Esto no les anima a venir, creyendo que las condiciones no son atractivas.
Lea también¿Cómo podemos explicar las dificultades de la industria europea?
Nuevos contratos
Para reactivar su economía, o al menos salvarla, Berlín, por puro pragmatismo, busca nuevos socios en el extranjero. Dos ilustraciones, la primera con los países de América del Sur. La Cancillería alemana es una ferviente defensora del acuerdo unión Europea – Mercosur. Alemania ve esto como una oportunidad real para exportar sus industrias automovilística, farmacéutica e incluso de maquinaria.
Berlín también apuesta por los Estados africanos. El año pasado, por ejemplo, el Ministerio Federal de Cooperación Económica presentó un plan estratégico paraÁfrica. el canciller Olaf Scholz También había aumentado los viajes en el continente.
Por tanto, no hay duda de que la economía será un tema de campaña para las elecciones legislativas. Con uno de estos elementos clave que cristaliza los debates: el freno de la deuda. Desde 2016, los nuevos préstamos concedidos por el gobierno federal tienen un límite del 0,35% del PIB, que hoy limita las inversiones públicas. Esta norma podría revisarse para dar más flexibilidad con respecto a la deuda pública, porque entendemos que queda mucho por hacer para reactivar esta locomotora alemana.