A partir de las 09H00 (08H00 GMT), el grupo de televisión Canal+ cotizará en la Bolsa de Londres, Havas (comunicación) en Euronext Amsterdam y el grupo Louis Hachette (Hachette Livre, número uno francés, Relay en distribución, medios como Europe 1, JDD, Voici, Géo…) en París en el mercado Euronext Growth, regulado pero no regulado.
Se examinarán las primeras bolsas de valores. Pero “lo que importa es el largo plazo”, estima una fuente cercana a Vivendi que predice inicialmente una gran volatilidad. Maxime Saada, director de Canal+, no espera “que la cotización de las acciones” que le preocupan “siga un camino lleno de rosas en las primeras semanas, en los primeros meses”. “Medimos el éxito de esta salida a bolsa en dos o tres años”, afirma en el diario francés El Fígaro. Por lo demás, el propio holding sigue cotizando en la Bolsa de París y su precio debe ajustarse.
“Nuevo capítulo”. Por una acción de Vivendi que se tenía antes de la división, se asignaron una acción de Canal+, una acción de Havas y una acción del grupo Louis Hachette, y la acción de Vivendi se conserva. En última instancia, Vivendi debería abandonar el CAC 40. El lunes pasado se dio un primer paso con gran éxito: el proyecto dividido fue aprobado por los accionistas por más del 97%. Según el presidente del consejo de administración, Arnaud de Puyfontaine, Vivendi abre “un nuevo capítulo en su historia”, “permaneciendo fiel a lo que es”.
¿Por qué esta operación, anunciada hace un año? La cotización del grupo “no refleja el verdadero valor de sus activos”, recordó Yannick Bolloré, hijo de Vincent Bolloré y presidente del consejo de supervisión de Vivendi, lo que constituye “un obstáculo para nuestros accionistas y para el desarrollo de nuestras actividades”. Vivendi, que contaba con unos 73.000 empleados a finales de 2023, estaba valorada al cierre del viernes en casi 8.550 millones de euros. La apuesta es por tanto que la suma de los cuatro valores independientes sea mucho mayor.
“No hay certeza”. A finales de octubre, Yannick Bolloré propuso una valoración del conjunto de “unos 16 mil millones” de euros, de los cuales 6,8 mil millones para Canal+, 3,4 mil millones para Havas, 2,1 mil millones para el grupo Louis Hachette y 4,5 mil millones para Vivendi. Pero los analistas pronostican menos para los próximos días. La operación “no ofrece ninguna certeza”, consideró en noviembre la sociedad gestora Phitrust. Se temía en particular “un descuento de participación” para Vivendi, que seguirá gestionando varias participaciones minoritarias, así como el editor de videojuegos Gameloft, de propiedad absoluta.
Ante los accionistas, los ejecutivos de Vivendi defendieron su elección afirmando que “no había otra alternativa”. Así, para Canal+ de Londres, “la estrategia es claramente internacionalizar el grupo” y permitir “una mayor visibilidad en los mercados de habla inglesa”, subrayó Yannick Bolloré. Dos tercios de los abonados ya se encuentran fuera de Francia, y esta proporción aumentará con la oferta pública de compra lanzada para el gigante televisivo sudafricano MultiChoice.
“Tamaño crítico”. Canal+ ha alcanzado “un tamaño crítico, con 27 millones de suscriptores en más de 50 países y nuestro objetivo es alcanzar entre 50 y 100 millones en los próximos años”, subraya Maxime Saada. Una señal de esperanza en Canal+, por parte británica: la ministra de Finanzas, Rachel Reeves, recibió el viernes a este funcionario. En cuanto a Havas, se seleccionó la ubicación de Ámsterdam por la posibilidad de crear allí una fundación para protegerla de una posible oferta pública de adquisición hostil y así tranquilizar a sus equipos. Las oficinas centrales permanecerán en Francia, excepto la de Havas. Todas las empresas serán residentes fiscales franceses.
La división ha provocado que algunos pequeños accionistas temen perder y ver a Vincent Bolloré, que ha estado al frente de Vivendi desde 2014, fortalecer su control. Hasta el lunes, el grupo Bolloré era el accionista de referencia de Vivendi con un 29,9%, y alcanzará alrededor del 31% en las nuevas entidades. El fondo activista CIAM (0,025% del capital de Vivendi) continúa sus recursos judiciales para obtener la anulación de la escisión, que según sus directivos “elude la ley sobre las opas obligatorias”.
Anne Pascale REBOUL
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