Entonces, ¿están todos los fabricantes europeos arruinados? No. Renault, número 3 europeo, es por el momento la excepción a la regla. El grupo, que ha multiplicado sus colaboraciones para reducir sus costes de desarrollo, prosigue al mismo tiempo su estrategia de vender muchos menos vehículos pero por más, como lo celebra un documental que se publicará en Amazon Prime. El grupo rombo ya ha recuperado niveles de margen satisfactorios y el favor de los inversores, y lanza su gran ofensiva en 2025 con la llegada del R5 eléctrico. En menor medida, la japonesa Toyota y la chino-sueca Volvo han visto aumentar significativamente sus ventas en Europa gracias a sus modelos híbridos y eléctricos.
Giros difíciles hacia lo eléctrico
Pero detrás de estos éxitos, “todo el sector automovilístico europeo se enfrenta a una transición eléctrica desigual, a una competencia agresiva de los fabricantes chinos con estructuras de costes ajustadas y a una demanda débil en la región”, subrayó la agencia Moody’s en un informe de finales de noviembre. Las ventas en Europa siguen muy por debajo de las cifras anteriores a la crisis, y algunas fábricas están vacías. El cambio hacia la electricidad no ha cumplido sus promesas, y la caída de los precios de los vehículos y los subsidios refuerzan la actitud de esperar y ver qué sucede entre los automovilistas. Tanto Volkswagen como Stellantis también han visto frenado el lanzamiento de su oferta eléctrica por problemas electrónicos en sus nuevos modelos.
Por lo tanto, Moody’s prevé un año 2025 que seguirá siendo complicado, con un crecimiento moderado de las ventas, una competencia feroz y continua en los precios de los vehículos, márgenes limitados y, por tanto, una continuación de las medidas de reestructuración. Los grandes fabricantes de equipos como Bosch, ZF o Valeo también frenan el ritmo y aumentan sus anuncios de despidos. Todo el sector industrial también se ve afectado por los precios de la energía.
Dos escenarios para 2040
Las dificultades de los dos líderes europeos corresponden también a un momento histórico de la industria del automóvil, donde los mercados occidentales (Europa, Estados Unidos y Canadá) han alcanzado, y en algunos casos superado, el “pico del automóvil” en términos de ventas de vehículos nuevos. . vehículos, según un estudio de la firma Roland Berger. El crecimiento está ahora en China pero también en India y América del Sur.
Según la empresa, de aquí a 2040 se perfilan dos escenarios: los fabricantes occidentales podrían seguir sufriendo un estancamiento o una caída de las ventas, una presión cada vez mayor sobre los costes y una importante necesidad de reestructuración, mientras que los chinos tomarían cuotas de mercado (entre el 15 y el 20% en Europa). ). Los occidentales también podrían seguir invirtiendo masivamente en tecnología, beneficiándose de su buena imagen de marca y de sus sólidas redes de producción y distribución.
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