“Tengo una experiencia bastante inusual. Antes de convertirme en consultor de recursos humanos independiente especializado en semanas de cuatro días, primero fui desarrollador web después de estudiar en la escuela de ingeniería Centrale Marseille (rebautizada Centrale Méditerranée en 2023).
Durante un año sabático en 2018, hice unas prácticas como mano derecha del director general en la start-up Lalilo, que ofrece un asistente digital para enseñar a escribir a profesores de primaria. Lalilo es una empresa a la vanguardia de las prácticas de gestión: tenemos derecho a vacaciones ilimitadas, los salarios son conocidos por todos, decidimos nuestros propios aumentos…
Me gusta tanto la cultura de la empresa que haré todo lo posible para volver allí. Lalilo emplea a muchos desarrolladores. Por eso decidí especializarme en esta materia en un máster cursando todas las opciones de informática.
Desarrollador con límite de recursos humanos
Mi plan está funcionando. En 2021, me reincorporo a Lalilo como desarrollador. Tengo la oportunidad de participar en proyectos internos ajenos a mis misiones principales. La oportunidad para mí de descubrir el sector de RR.HH.: realizo numerosas entrevistas, gestiono la contratación, el onboarding… En aquel momento, la semana de cuatro días causaba cada vez más ruido en los medios y alimentaba numerosas conversaciones en la oficina. Con colegas decidimos crear un grupo de trabajo sobre el tema.
Nuestro objetivo: montar una prueba de varios meses de la semana de cuatro días sin ampliación de jornada en los días laborables y sin pérdida de salario. En resumen, trabajar menos y seguir ganando lo mismo. Presentamos la idea a otros empleados. El proyecto está validado por la gran mayoría de ellos y especialmente por la dirección. ¡Allá vamos!
Pero ese cambio no llega sin preparación. Para que el proyecto se implemente con el menor estrés y tensión posible, nos tomamos el tiempo para comunicarnos y detallar al máximo la próxima reorganización. Empezamos consultando a todos los empleados para conocer sus opiniones e inquietudes.
Upstream, también pensamos en las reorganizaciones necesarias para que este cambio permita a todos trabajar con tranquilidad y eficacia: ¿qué reuniones son realmente imprescindibles? Para quien ? Cuando una persona está ausente, ¿se pueden delegar sus tareas en otras? Si este no es el caso, ¿se debería capacitar a ciertos empleados en nuevas habilidades? Elegimos un modelo con días de ausencia fijos, miércoles y viernes. Luego, cada equipo debe organizarse para tener empleados presentes durante estos dos días para garantizar la continuidad del servicio. También limitamos las reuniones a un máximo de treinta minutos.
Una caída mínima en la producción.
Luego lanzamos una fase de prueba de tres meses. Durante este período, monitoreamos cuidadosamente varios indicadores: producción, nivel de estrés, impacto en la colaboración y equilibrio entre vida personal y laboral. Si es necesario, ofrecemos ajustes organizativos a medida que avanzamos.
Al final de la prueba, los resultados son sorprendentes. La semana de cuatro días casi no tuvo impacto en la producción de los empleados. En la mayoría de los servicios, la producción se mantuvo equilibrada. En otros, observamos una pequeña caída de alrededor del 5 al 6%. Por otro lado, determinadas profesiones, como la de desarrollador, han visto aumentar su producción. Para nosotros, estas cifras son muy alentadoras dada la corta duración de la prueba. Y sobre todo: la reducción de los niveles de estrés y el aumento de la satisfacción con la conciliación entre vida personal y laboral son enormes.
Pero el establecimiento de esta nueva organización no se hizo sin dificultades. Ciertos puestos son más difíciles de integrar en esta nueva organización, en particular los ocupados por personas que son las únicas responsables de sus misiones y no pueden delegar, y por el departamento de atención al cliente, que requiere una gran capacidad de respuesta para responder a los usuarios.
Más en bien, la semana de cuatro días no hace más que agravar los problemas preexistentes. Por ejemplo, gracias a su implementación, nos dimos cuenta de que una persona en Lalilo tenía demasiadas responsabilidades sola y nunca tomaba vacaciones. Esta prueba fue una oportunidad para pensar juntos sobre cómo reducir nuestra carga de trabajo. Para permitir que el servicio al cliente pasara a la semana de cuatro días, se capacitó al equipo de producto para que asumiera el control. Nuevas tareas que también les resultan útiles para comprender mejor las necesidades de los clientes.
En general, revisando toda la organización en la fase anterior a la prueba – eliminación y reducción del tiempo de todas las reuniones que se podrían realizar, modificación y formación para nuevas tareas de determinados empleados para que cada uno pueda delegar sus misiones durante sus ausencias, destacando ciertos problemas organizativos y búsqueda de soluciones, etc. – se han resuelto muchos problemas y la productividad, de hechomejorado.
La magia de la semana de cuatro días
Al final del experimento, casi todos los cincuenta empleados querían conservar esta nueva organización. Pero ¿cómo se explica que los empleados de una empresa puedan producir casi tanto en cuatro días laborables como en cinco? Identifiqué varias explicaciones.
En primer lugar, la semana de cuatro días permite a los empleados llegar más descansados al trabajo y, por tanto, limita el riesgo de enfermedades profesionales, como el agotamiento. En segundo lugar, es un modo de organización que permite una mejor división de las esferas privada y profesional. Cuando se trabaja cinco días a la semana, a veces hay que sacar tiempo del día para ir al médico, al banco, etc. Durante una semana de cuatro días, los empleados tienden a concentrar estas citas en su día libre. Esto aligera su carga mental y les permite concentrarse plenamente en sus cuatro días de trabajo.
Otra explicación: cuanto más tiempo tenemos para completar una tarea, más tiempo tardamos en realizarla. Al introducir más limitaciones de tiempo en el trabajo, los empleados son generalmente más eficientes.
En Lalilo hemos elegido un modelo con días de ausencia impuestos: miércoles o viernes. Debido a la ausencia de muchos empleados estos días, estos se han convertido en jornadas sin reuniones, ofreciendo jornadas enteras de “trabajo profundo”. ¡Una verdadera ganancia en productividad!
Y, por último, la implementación de la semana de cuatro días, si se hace bien, requiere mejorar los procesos internos en sentido ascendente y, por tanto, mejorar la productividad.
El gran salto hacia el emprendimiento
Al finalizar este proyecto en Lalilo tengo muchas ganas de introducirme al 100% en el mundo de los RRHH. ¿Por qué no iniciar mi propio negocio? Siempre quise ser emprendedor, me había formado en la Central de Marsella en emprendimiento, “simplemente” me faltaba la materia en la que lanzarme en cuerpo y alma. Ahora estaba todo encontrado.
Después de cuatro meses de formación en RRHH en el IESEG, seguida en paralelo a mi trabajo en Lalilo y financiada por mi empleador, decidí en diciembre de 2023 lanzar mi propio negocio como consultor de RRHH, especializándome en semanas de cuatro días. Mi misión: apoyar a las empresas que dudan en pasar a una semana de cuatro días pero que no se atreven a dar el paso.
No todos los días es fácil, especialmente económicamente. Después de disfrutar de un cómodo salario en Lalilo (51.000 euros brutos anuales), todavía no me pago. Pero tengo la suerte de haber podido negociar un despido convencional con mi empresa y poder beneficiarme del paro unos meses más, mientras hago despegar mi negocio.
Tomé la decisión de dejar mi trabajo para poder dedicarme al 100% a esta nueva aventura. ¡Y no me arrepiento ni por un segundo! A pesar de las dificultades económicas, me siento como en casa. »
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