Alemania abre sus “clubes de cannabis”

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Los clubes permitirán a los aficionados cultivar plantas y compartir la cosecha entre ellos.

Imágenes IMAGO/Pond5

Los primeros “clubes de cannabis” en Alemania, autorizados desde el lunes, permitirán a los fumadores acceder a un circuito legal de producción y distribución de marihuana, con un poco de paciencia hasta la primera cosecha. Este es el segundo paso esperado en la legalización del cannabis recreativo implementada por el país más grande de Europa hace tres meses.

Desde el 1 de abril, Alemania ha despenalizado la posesión de cannabis en cantidades limitadas. Los clubes permitirán a los aficionados cultivar plantas y compartir la cosecha entre ellos.

Máximo 50 gramos por mes

En estas asociaciones abiertas sólo a residentes en Alemania, los miembros mayores de 21 años podrán comprar un máximo de 50 gramos de marihuana al mes (30 gramos para adultos menores de 21 años). La expectativa generada es tangible: “Mariana Cannabis”, organización que agrupa a 180 clubes en todo el país, ya dice tener 20.000 socios.

“El mercado negro tiene el control y está empeorando cada vez más. Podemos evitar que empeore”.

Keno Mennenga, representante de una organización de clubes de cannabis

Por otro lado, todavía no hay semillas ni plantas en sus terrenos situados cerca de Leverkusen (sur). El fallo es el proceso administrativo que implica que cada club, limitado a 500 socios, tenga que solicitar una licencia de funcionamiento cuya obtención puede tardar hasta tres meses. “Estamos impacientes, pero todavía hay que esperar”, explica a la AFP Keno Mennenga, representante de “Mariana Cannabis”, que cuenta con el lanzamiento de las distribuciones en enero.

Lucha contra el crimen

En Múnich, el club cannábico Cantura ya está lleno. Sus socios aportan desde marzo 25 euros al mes. Entre el coste de las instalaciones, el sistema de seguridad y el equipamiento de cultivo que consume mucha energía, la inversión necesaria asciende a cientos de miles de euros, según Fabian Baumann, su presidente.

Para empezar a plantar, este hombre de 30 años sólo espera una cosa: el permiso de funcionamiento, que espera recibir a más tardar en octubre. “Necesitamos unas ocho semanas desde el corte hasta la cosecha. Si todo va bien, podremos proporcionar cannabis a nuestros miembros este año. Eso sería maravilloso”, dijo.

El gobierno alemán espera combatir el tráfico y la delincuencia mediante la creación de un circuito legal. “El modelo alemán juega con el progresismo. Existe la idea de ser cuidadosos y evaluar en tiempo real”, observa Ivana Obradovic, subdirectora del Observatorio Francés de las Drogas y las Tendencias Adictivas (OFDT), y coordinadora de un estudio sobre los trabajos de implementación de la legalización en América del Norte.

No me gusta California

“La idea es mantener el control de la oferta para evitar que prospere rápidamente”, explica, recordando que una de las paradojas de la legalización en Estados Unidos es haber creado “una situación de sobreproducción, particularmente en California y Oregón, donde La producción supera la demanda local entre 5 y 6 veces.

Por otro lado, todos los países donde se ha implementado la legalización han observado una disminución del mercado negro, más o menos rápida según el modelo.

En Canadá, solo el 40% de los fumadores de cannabis obtuvieron su suministro en el mercado legal el año siguiente a la legalización en 2018, frente al 75% actual, según cifras de la OFDT. “El mercado negro tiene el control y está empeorando cada vez más. Podemos evitar que empeore”, asegura Keno Mennenga.

(afp)

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