El Gobierno federal está examinando la posibilidad de imponer derechos de aduana adicionales a determinados productos estadounidenses, según una fuente gubernamental, y el país se está tomando en serio las amenazas de Donald Trump, que quiere gravar los productos canadienses con un impuesto del 25%.
• Lea también: Amenazas de aranceles aduaneros del 25%: un “gran estrés” para las pymes quebequenses
• Lea también: Amenazas de Trump: Legault cambia de tono hacia Trudeau
Ottawa está considerando todas las eventualidades y, en particular, la posibilidad de responder aumentando indirectamente los impuestos aduaneros, explicó a la AFP una fuente gubernamental, añadiendo que ya se han iniciado los trabajos para identificar los productos objetivo.
El viernes, ante la prensa, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, sugirió que no tenía ninguna duda sobre la intención de Donald Trump de implementar el aumento anunciado de los derechos de aduana cuando llegue al poder.
“Cuando Donald Trump hace tales declaraciones, tiene la intención de llevarlas a cabo”, dijo Justin Trudeau a los periodistas en la provincia de la Isla del Príncipe Eduardo.
Foto AFP
“No hay ninguna duda”, añadió, mientras en el país algunos creen y esperan que la declaración de Donald Trump del lunes sobre los derechos de aduana, que aumentarán al 25% a partir de enero, no sea más que una táctica de negociación.
Este anuncio de Donald Trump es una nueva espina clavada en el zapato del canadiense. Candidato a la reelección dentro de unos meses, el Primer Ministro liberal aventaja en los sondeos a su oponente conservador, Pierre Poilievre.
En 2023, más de las tres cuartas partes de las exportaciones canadienses en valor (592 mil millones de dólares canadienses) se dirigieron a Estados Unidos.
Y en términos de empleo, casi 2 millones de personas en Canadá dependen de las exportaciones de una población de aproximadamente 41 millones.
Trudeau insistió el viernes en que los aranceles del 25% sobre las importaciones canadienses perjudicarían no sólo a los canadienses, sino también a los estadounidenses.
Durante el primer mandato de Trump, Estados Unidos impuso aranceles del 25% a las importaciones de acero y del 10% a las de aluminio, a lo que Ottawa respondió apuntando a ciertos productos.