La delicada reestructuración de la deuda ucraniana

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El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky y el canciller alemán Olaf Scholz, en la Conferencia sobre la Reconstrucción de Ucrania, en Berlín, el 11 de junio de 2024. ANNEGRET HILSE/REUTERS

El período de gracia ha terminado. Los mayores gestores de activos del planeta exigen que Ucrania, en plena guerra con Rusia, pague sus deudas. Le concedieron, en 2022, una moratoria de dos años sobre el reembolso de unos 20.000 millones de dólares (18.700 millones de euros) de bonos estatales. Esto termina el 1ejem agosto.

Lea la columna: Artículo reservado para nuestros suscriptores. “En Moscú el tono es triunfalista. Sin embargo, la guerra amplificará las desventajas estructurales de la economía rusa”.

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Los tenedores de alrededor del 20% de estos títulos, los mayores acreedores privados, formaron hace unas semanas un comité para iniciar negociaciones con Kiev. Entre ellos se encuentran la mayor gestora de activos del mundo, la estadounidense BlackRock, la francesa Amundi, filial de Crédit Agricole y primer fondo de Europa con 1.900 millones de euros en activos bajo gestión, o Pimco, el primer fondo de bonos mundial.

Las primeras consultas, que duraron doce días a principios de junio, no dieron lugar a ningún acuerdo. Kiev ofreció a sus acreedores un descuento del 60% sobre el valor de sus títulos, mientras que estos últimos sólo querían conceder un máximo del 20%. El Ministerio de Finanzas de Ucrania, asesorado por el banco Rothschild & Co, también prevé sustituir los bonos existentes por otros nuevos con vencimiento a más tardar en 2040 y un interés que no supere el 1% hasta 2027, antes de volver a subir gradualmente.

La reestructuración llega en un momento delicado para Ucrania, que necesita desesperadamente financiación para garantizar su defensa y, por tanto, su supervivencia. Actualmente, el país gasta 40 mil millones de dólares al año en sus necesidades militares, o el 22% de su producto interno bruto (PIB). Este gasto se ha quintuplicado desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022. Ucrania todavía necesita encontrar 37.000 millones de dólares para completar su presupuesto de 2024, mientras que sus ingresos fiscales serán inferiores a lo esperado, debido a un crecimiento revisado a la baja, del 3,5% en lugar del 4,6%. , para este año, tras los bombardeos rusos a la mitad de las infraestructuras energéticas.

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La reestructuración se presenta como un paso imprescindible para encontrar nueva financiación, según una fuente cercana a las negociaciones que considera que “Si Ucrania ignora esto, cerrará la puerta a nuevas inversiones privadas”.

Ciertamente, el país puede contar con un gigantesco préstamo de 50 mil millones de dólares (46,5 mil millones de euros), aprobado por los líderes del G7 a mediados de junio, y que será reembolsado gracias a los intereses generados por los activos rusos inmovilizados en el extranjero. Pero, debido a las incertidumbres políticas sobre el futuro apoyo de la Unión Europea y Estados Unidos, Kiev prefiere mantener abiertas otras opciones.

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