Nantes encontrará su mirador, su faro. Vaciada de sus oficinas desde 2020, la emblemática Torre Bretaña será completamente rehabilitada. El promotor inmobiliario Giboire, que adquirió la mayoría de los espacios, presentó la cara futura del edificio más alto de la ciudad de los duques. Primera lección: la torre cambiará de color y abandonará su aspecto marrón típico del urbanismo de los años 70. El rascacielos entregado en 1976 adoptará un gris claro más moderno.
Otra sorpresa: el edificio ganará varias plantas y pronto contará con 34. Lo más espectacular, sin duda, se encontrará en lo más alto. “El nivel 33 albergará un lugar de convivencia y cultura en una azotea y el nivel 34, que culmina a 107 metros, abierto, albergará un mirador panorámico accesible a todos de forma gratuita, con una vista de 360 grados de Nantes, la metrópoli y el estuario del Loira”, promete el promotor.
La renovación de la torre fue objeto de una importante consulta iniciada en enero de 2023. Y la transformación anunciada se llevará a cabo. Se mantendrá la forma original de la torre, pero ya no albergará oficinas, negando parte de su pasado. En cambio, Giboire prevé “cinco niveles de aparcamiento subterráneo, espacios comerciales, locales dedicados al saber hacer local y solidario, un espacio de coworking y unas 200 viviendas distribuidas en 30 niveles”.
Un hotel y un restaurante panorámico a pie
La novedad es que el vigía de Nantes ya no estará solo. A sus pies, los estudios PCA-Stream y Magnum Architectes et Urbanistes proyectan levantar un segundo edificio de ocho plantas. Accesible desde la Place du Cirque, albergará un hotel de cuatro estrellas con un centenar de habitaciones y un restaurante panorámico abierto al público. El promotor promete una “reintroducción de la naturaleza” en este espacio claramente mineral, en particular mediante la instalación de tejados verdes, espacios verdes y la plantación de plantas trepadoras.
Este proyecto “a muy gran escala” deberá centrarse primero en los trabajos de eliminación de amianto del edificio existente hasta 2026. El promotor Giboire espera poder entregarlo todo en 2029. Para su presidente, Michel Giboire, “era hora de traer nueva vida a este lugar que se ha quedado obsoleto”. Porque esta torre bretona “encarna una parte de la historia de la ciudad, un fuerte símbolo de su patrimonio”.