Ante la competencia de los gigantes del comercio electrónico, incluso una plataforma especializada en la venta de artesanías como Etsy debe recurrir a la inteligencia artificial (IA), aseguró su jefe Josh Silverman al margen de la Web Summit.
“No podríamos hacer que Etsy funcionara sin inteligencia artificial”, declaró el martes durante este importante encuentro tecnológico en Lisboa.
Lanzada hace casi veinte años, la plataforma estadounidense dice tener unos 7 millones de vendedores y más de 90 millones de compradores.
Pero la competencia es dura en el sector de la venta online, con gigantes como Amazon, Temu o Shein, sin olvidar las tiendas de muebles y decoración.
La IA se vuelve entonces esencial para controlar los productos puestos a la venta o para garantizar que una búsqueda en el sitio conduzca al resultado correcto, según Silverman.
“Un motor de búsqueda tradicional no puede distinguir entre un vestido de novia y una percha para vestidos de novia”, explica. “La inteligencia artificial entiende la diferencia (…) y sólo te muestra los vestidos de novia”.
Para Josh Silverman, que tomó las riendas del grupo en 2017, para hacer la distinción es necesario un nivel de comprensión del lenguaje “próximo al de los humanos”, lo que justifica el despliegue de la IA en la plataforma.
– ¿Artesanos versus IA? –
Pero también es controvertido el uso de esta tecnología, que permite generar todo tipo de contenidos mediante una simple consulta en el lenguaje cotidiano.
Los objetos creados mediante inteligencia artificial (carteles, arte, ropa, etc.) abundan en el sitio, aunque esté dedicado a la artesanía.
Después de “intensos” debates internos, Etsy decidió no prohibirlos, dice Silverman, aunque los vendedores deben mencionar el uso de la IA.
Ante la ansiedad de los artesanos, la empresa ha emitido nuevas normas que especifican que todos los artículos puestos a la venta deben haber tenido supervisión humana, ya sea a nivel de fabricación, diseño o selección.
Esta polémica se inscribe en un contexto más amplio en torno al posicionamiento de Etsy, que comenzó como un sitio de venta de objetos artesanales y es acusado de alejarse de sus orígenes, acogiendo cada vez más objetos producidos en masa, en aras de obtener beneficios.
Hace dos años, la plataforma provocó la furia de sus vendedores al aumentar las tarifas cobradas por cada transacción al 6,5% en lugar del 5%.
Más de 10.000 de ellos decidieron cerrar sus negocios durante una semana por una “huelga” de un nuevo tipo, acusando a Etsy de “desangrarlos”.
“En otras plataformas, los vendedores son comerciantes que simplemente buscan vender algo y pueden cambiar su tono para vender X o Y en un abrir y cerrar de ojos”, analiza Josh Silverman.
“Nuestros vendedores son artistas, creadores. Hacer negocios no es su pasión, ser artistas es su pasión”, añade, precisando que el 99,5% de ellos no se habían declarado en huelga en ese momento.
Para este ex jefe de Skype, al final del día, los intereses de Etsy y los de los vendedores necesariamente convergen.
“Nuestros vendedores nos contrataron para ayudarlos a vender más cosas y eso es lo que estamos haciendo”, concluye.