Como se mencionó hace varias semanas, el Sindicato de Trabajadores de Transcollin–CSN, el Sindicato de Conductores de Autobuses de Brissette & Frères–CSN y el Sindicato de Trabajadores de Autobus Gaudreault–CSN han convocado los tres una huelga general indefinida.
Este anuncio afecta especialmente al Centro de Servicios Escolares Samares y al Colegio Esther-Blondin, ya que son los dos principales clientes del grupo Gaudreault, propietario de las tres empresas en huelga.
“Para las tres unidades en negociación, las últimas ofertas de los empleadores realmente no están a la altura de los estándares que se concluyeron recientemente en la región para el sector del transporte escolar. Todos los contratos de transportistas de Quebec han sido mejorados, incluidos los del empleador, en más de un 30% desde 2021-2022. El gobierno fue claro: para contrarrestar las numerosas fallas en los servicios que dejan a los niños sin transporte para ir a la escuela, parte de estas sumas debían destinarse a pagar mejores salarios”, subrayó Carole Laplante, presidenta del sector de transporte escolar de la Federación de Servicios Públicos. Empleados (FEESP-CSN).
La vicepresidenta de la FEESP-CSN, Josée Dubé, indicó que no le parecía normal que los conductores se vieran obligados a hacer huelga para obtener su parte justa.
Agrega que de las 32 negociaciones realizadas en otros tantos sindicatos, 30 de ellos tenían mandato de huelga y que 19 lo ejercieron, lo que provocó interrupciones en el servicio.
“Los empresarios han recibido el dinero, ahora deben dar una parte de esas sumas a quienes los enriquecen”, concluyó.
En un contexto en el que las nuevas sumas pagadas por el gobierno de la región en 2022-2023 han supuesto aumentos totales del 48% concedidos a Autobus Terremont ltée y del 45% a Autobus R. M., el vicepresidente del Consejo Central de Lanaudière – CSN , Nathalie Chaput, cree que no hay ninguna razón por la que el grupo Gaudreault no deba responder favorablemente a las demandas de sus trabajadores.
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