La aparición de un nuevo refugio para personas sin hogar, cerca del parque Jarry, ha suscitado el descontento de ciudadanos y empresarios que, el jueves, descubrieron al menos una jeringa sucia así como equipos de inyección en el suelo.
• Lea también: La pesadilla de un ciudadano: picado por una jeringa sucia mientras intentaba recuperar las llaves que se le habían caído
• Lea también: “Es triste… probablemente sea el fentanilo”: un joven sin hogar habría muerto por sobredosis en un campamento para personas sin hogar
• Lea también: Inyección de drogas: jeringas proporcionadas en las penitenciarías
Los ciudadanos del bulevar Saint-Laurent, cerca de la calle Castelnau, enviaron a TVA nuevas fotografías de la jeringa abandonada por los consumidores y los equipos de consumo.
El lamentable descubrimiento fue realizado el jueves por la mañana por empleados de una empresa vecina del Abri de Villeray, gestionada por la organización Refuge du Cœur de l’Île.
También vemos sangre en la calzada, donde se encontraban los drogadictos.
Noticias de TVA
Los ciudadanos que no quieren ser identificados están preocupados y consternados, porque se trata de un primer hecho deplorable que se produce pocas horas después de la apertura del recurso que acogerá progresivamente a las personas sin hogar en un nuevo local situado en el 7399, bulevar Saint-Laurent. .
Este refugio abrirá sus puertas a una veintena de las personas más vulnerables de la zona para permitirles dormir, ducharse y ofrecerles un descanso de la calle, en un entorno seguro, se puede leer en la página web de la Ciudad de Montréal.
El municipio es consciente de que la presencia de este refugio puede generar preguntas e inquietudes entre las personas que viven o trabajan cerca.
El centro de la ciudad tomado por asalto
Además de poner en peligro la salud y la seguridad de los ciudadanos, los consumidores llegan incluso a asaltar edificios en el centro de la ciudad, según ha podido saber TVA Nouvelles.
Vamos a silenciar los domicilios a petición de los propietarios, pero sus cámaras de vigilancia captaron imágenes donde vemos a individuos tirando con fuerza de una puerta de entrada para abrirla.
Una vez dentro, en el hall de entrada o cerca de las escaleras, se sientan a comer.
Se nos dice que también acosarán a los inquilinos y robarán el correo, adoptando en ocasiones comportamientos agresivos.
A menudo se llama a la policía para que intervenga porque llueva o haga sol.
Los propietarios de los edificios en cuestión exigen una fuerte intervención de las autoridades.